El ex funcionario del gobierno de Macri, Rodrigo Sbarra, investigado por dejar en su oficina del Ministerio de Producción un sobre con 10 mil dólares y denunciado por integrar una presunta red de recaudación ilegal, llegó al país el jueves 26 de marzo desde Miami con un lujoso avión privado (algo que fue revelado por El Destape) y declaró que pasaría la cuarentena en un domicilio en el barrio porteño de Palermo, sobre la avenida Coronel Díaz, algo que según el protocolo del Gobierno de la Ciudad no está contemplado para quienes llegaron al país de zonas de riesgo.
Según pudo saber PERFIL, en dicha declaración jurada que todos los argentinos y residentes debían llenar cuando llegaban al país antes de que cerraran la frontera, Sbarra dijo a las autoridades del Aeropuerto de San Fernando que pasaría la cuarentena en su domicilio, cuando el protocolo porteño de Manejo de Individuos Provenientes del Exterior Asintomáticos advierte que para quienes lleguen de zonas de riesgo sin síntomas deberán pasar en un hotel la cuarentena, sujeto a los controles correspondientes durante dos semanas.
Este medio intentó comunicarse con Sbarra, quien no respondió a ninguno de los llamados ni mensajes. Además, desde la ciudad aseguraron que no poseen protocolos de control para quienes lleguen en aviones privados ni para quienes lleguen al aeropuerto de la localidad bonaerense de San Fernando. "Los controles son en Ezeiza y Aeroparque", precisaron, y dijeron que dichos controles corresponden a las autoridades de la provincia a pesar de que sea en CABA donde el pasajero declara pasar el aislamiento.
Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires también explicaron a este medio que a quienes llegaban de zonas de riesgo las internaban hasta al día de ayer, donde endurecieron los controles hasta para quienes tengan fiebre. En esa línea, se desligaron y dijeron que dichos controles aeroportuarios se hacen bajo las autoridades del Municipio de San Fernando.
Pero eso no es todo: una investigación de El Destape reveló que Sbarra había estado en una propiedad en Miami declarada como una sede de una sociedad offshore cuya titularidad está a nombre de la esposa del ex funcionario, que viajó en un lujoso avión que cuesta cerca de 100 mil dólares (más de ocho millones de pesos con el dólar solidario) y que dicha cifra representaba nada más ni menos que casi el 30% de todo su patrimonio declarado por Sbarra.
"En la declaración jurada que debió completar en el aeropuerto, Sbarra afirmó que llegó al país desde Miami, donde estuvo en la propiedad de su padre José, destacada como la casa del mes por la revista Miami Shore Village en marzo de 2019. La publicación estadounidense indica que el hombre, al jubilarse, buscó un hogar para que sus nietos pudieran jugar. Ese domicilio es el mencionado 128 NE 94 Street y desde el 26 de febrero de 2019 figura como dirección de correo de Arquigreen Corp (sociedad offshore), según reconstruyó en una investigación sobre el patrimonio oculto de Rodrigo Sbarra el portal Noticias La Insuperable", detallaron en la investigación.
Tailhade denunciará a los exministros Cabrera y Sica por el caso de Sbarra
Sbarra fue denunciado por el diputado del Frente de Todos Rodolfo Tailhade, apuntado como un integrante de una red de recaudación ilegal de fondos del entonces ministerio dirigido primero por Francisco Cabrera y luego por Dante Sica, a quienes también alcanzó la denuncia.
PERFIL pudo acceder al escrito que presentó el legislador del oficialismo en el que detalló dos presuntos mecanismos para desviar fondos. En primer lugar, "la contratación de personas que no cumplían funciones y entregaban el 70% de lo facturado a la organización. Según la información, se utilizaban como marco legal los convenios que la cartera firmó con la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires".
En segundo lugar, Tailhade denunció que desviaban fondos también a través del "pago de facturas a proveedores privados, por bienes y servicios sobrefacturados o directamente inexistentes, que implicaban 'retornos' para la organización por montos muy significativos. En muchos casos, operaban sociedades anónimas simplificadas de los propios funcionarios involucrados, que no sólo facturaban millones sino también ocultaban sus bienes".
J.D. / M.C.