Es un tira y afloje constante. Mirar la evolución de los casos, la ocupación de las camas de terapia intensiva, las cifras de vacunados y a la par definir las medidas de restricción que suelen ser motivo de tensión política y social. En ese marco, el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta se convenció a avanzar en cierres más estrictos con dos objetivos centrales: acelerar el proceso de vacunación y reducir la ocupación de camas UTI, sobre todo ante la inminencia del invierno.
La determinación surge de las observaciones que están haciendo el ministro de Salud, Fernán Quirós, y su equipo. Aseguran que de las 4 millones de vacunas que está previsto que lleguen en los próximos diez días, más de 300 mil le corresponderán a la Ciudad, por lo que con un rápida aplicación se podría llegar a cubrir con por lo menos una dosis a la totalidad de los considerados de riesgo. Son alrededor de 1.200.000 personas.
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Hasta este jueves se vacunaron 754 mil personas con al menos una dosis en la Ciudad. Con las que se espera que lleguen se superaría el millón de vacunados los primeros días de junio. Significa alrededor de un tercio de la población total, y en el gobierno porteño hay quienes se entusiasman con llegar al 40%, una cifra en la cual, sostienen, varias ciudades empezaron a notar una baja en la curva de contagios.
De todas formas, aclaran que recién a los 20 días de vacunados empiezan alcanzarse los niveles de anticuerpos necesarios para evitar el contagio (o que sea leve y no requiera internación). Por eso, Larreta y compañía se convencieron en avanzar con medidas más estrictas.
El mensaje que transmitió Quirós es que es imperioso bajar el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva en las próximas semanas, para así afrontar el invierno con mejores perspectivas. Estabilizado en un 80% la ocupación en el sector público, y con una situación mucho más tensa en el privado, el ministro porteño habla de la necesidad de una reducción drástica. En algunas charlas llegó a plantear que de las 1.500 camas (entre público y privado) debería haber menos de 700 ocupadas para mediados de junio, cuando arranque el invierno.
"Hay que bajar la ocupación como sea, y para eso hay que darle un golpe a los casos, por lo menos deben bajar un 30%", estiman a grandes rasgos en el Ministerio de Salud. El promedio de casos llegó a acercarse a un promedio de 2.900 diarios en la Ciudad, después bajó a cerca de 2.200 y ahora volvió a repuntar sobre los 2.300, con tendencia al alza. El desafío es que vuelva a acercarse a los 1.000.
Un golpe a los casos para bajar la ocupación de camas y darle tiempo a la vacunación son los dos argumentos centrales que llevaron a Rodríguez Larreta a aceptar un endurecimiento más fuerte del que venía dispuesto a hacer. El desafío ahora será cumplir la promesa y reabrir la actividad el 31 de mayo.
gz / ds