Alberto Fernández no le anticipó la renuncia de Martín Guzmán a su compañera de fórmula ni discutió sobre su sucesor con ella. El Presidente ya hace meses que toma decisiones sin hablar con Cristina Kirchner y el reemplazo del ministro de Economía no es la excepción. Eso sí, sabe que debe ser una figura que genere consenso interno, algo que en su carta de renuncia aseguró el propio Guzmán sobre el próximo dirigente que asuma en el área.
El hombre que dejó Estados Unidos para asumir el 10 de diciembre de 2019 al frente del área económica hizo pública su renuncia mientras Cristina Kirchner, su principal detractora, daba un discurso en Ensenada con críticas a la gestión de Alberto Fernández. La vicepresidenta se enteró de su salida después de terminar su participación de una hora y decidió seguir con lo planeado: ir a saludar y hablarles a los militantes que llegaron hasta el ingreso del polideportivo de Ensenada.
Guzmán le anticipó la decisión al Presidente apenas unas horas antes. Alberto Fernández estaba en un almuerzo familiar cuando recibió el llamado del ahora ex funcionario. Guzmán renunció ante el jefe de Estado por teléfono al asegurar que hoy Cristina Kirchner volvería a apuntar contra él. Fernández lamentó la decisión pero le aseguró que la respetaría y aceptaría la renuncia.
Trastienda de lo que fue y de lo que vendrá
“El programa económico se va a mantener”, dijeron desde la Quinta de Olivos horas después de la oficialización de la renuncia. Y agregaron: “Se están analizando las decisiones que vienen”. La salida de Guzmán abre la posibilidad de un cambio de gabinete más allá de su reemplazo. Es uno de los pedidos y planteos que le hizo el tercer socio de la alianza, Sergio Massa.
El titular de la Cámara de Diputados se enteró de la renuncia de Guzmán al salir de la cancha de Tigre. Fue directo a su casa a seguir los movimientos desde el celular. Semanas antes, le había planteado al Presidente la necesidad de que “el auto entre a boxes”. El líder del Frente Renovador cree necesario un cambio en la estructura de gobierno y, por ello, no solo apuntaba contra la figura de Martín Guzmán, sino que también evaluaba hacerse cargo de un gabinete económico con nuevas figuras.
La llegada de Daniel Scioli al ministerio de Producción semanas atrás atentó contra el objetivo del tigrense que quiere hombres propios para el área y hasta hacerse cargo. Aunque ambos dirigentes hablaron, aún no resolvieron la disputa que ya va a cumplir diez años y se inició en 2013 cuando Massa rompió con el kirchnerismo y el entonces gobernador no lo acompañó.
Massa no estuvo presente en la reunión en Olivos y prefirió un evento familiar
El líder del Frente Renovador ya le dejó su plan a Fernández. “No cambies una rueda, es momento de que el auto entre a boxes y hace todo lo que le tengas que hacer al auto”, le dijo semanas atrás Massa a Fernández. Se lo volvió a repetir en Los Ángeles a donde viajaron para participar de la Cumbre de las Américas y en el viaje a Alemania para el G7. Ahora esperará para saber si el Presidente lo acepta o encuentra otra salida.
Ayer, el jefe de Estado reunió a sus dirigentes de mayor confianza en la Quinta de Olivos. En uno de los sábados de mayor crisis del gobierno, sólo llegaron Santiago Cafiero (Canciller), Julio Vitobello (Secretario General de la Presidencia), Gabriela Cerruti (Portavoz) y Juan Manuel Olmos (Jefe de Asesores). No hubo lugar para los socios del Frente de Todos en la discusión previa hacia dónde ir. Después de buscar alternativas, el jefe de Estado incluirá a otros dirigentes en la conversación.
Críticas a un “gobierno sin rumbo” y pedidos de “cordura”
El jefe de Estado quiere poner el nombre del próximo ministro, aunque sabe que debe ser un nombre que genere consensos con Cristina Kirchner y Sergio Massa. Esto lo dejó en claro el propio Guzmán en su carta de renuncia. “La hora necesita que quien usted disponga tome las riendas del Ministerio que hasta hoy tuve el honor de conducir. Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de la política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descritos y hacer frente a los desafíos por delante”, escribió Guzmán y agregó que “eso ayudará a que quien me suceda pueda llevar adelante las gestiones conducentes al progreso económico y social con el apoyo político que es necesario para que aquellas sean efectivas”.
A pesar de los cruces internos y de las disputas que afrontó en el propio ministerio de Economía con funcionarios kirchneristas, Guzmán fue el ministro de Economía que más tiempo estuvo en su cargo al asumir un nuevo gobierno desde el regreso de la democracia. “Seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana”, se despidió el hombre de La Plata e hincha de gimnasia que tiene aspiraciones políticas. Sin embargo, con un kirchnerismo al que le gusta demostrar el manejo de la lapicera en el momento del cierre de listas, algunos especulan con su regreso a Estados Unidos.
Desde el kirchnerismo hicieron silencio sobre la salida de Guzmán y esperarán a conocer el nombre del reemplazante para entender hacia dónde va el Presidente en el año y medio de gestión que le queda por delante.