La provincia de Santa Cruz, la tierra de los Kirchner, está sumergida en una crisis económica que se agrava cada vez más. Al déficit de las arcas provinciales se le suman los conflictos en las dos ciudades más grandes, Río Gallegos y Caleta Olivia, que atraviesan conflictos gremiales severos por el problema que hay para pagar los sueldos.
Con un presupuesto de $ 21 mil millones y $ 2 mil millones de déficit –más grande aún que el de Chubut, una provincia con muchos más habitantes–, Santa Cruz se endeuda con la Nación todos los meses para pagar los sueldos. Esa herencia le quedará al próximo gobierno. Le giran $ 400 millones que suelen ser insuficientes.
La planta de personal de Santa Cruz creció en unos ocho mil empleados públicos en los últimos ocho años. La principal actividad económica es el Estado: le da trabajo a cincuenta mil personas entre los municipios y la Provincia, en una tierra que tiene menos de 300 mil habitantes. El gran déficit es la Caja de Previsión, sostenerla significa algo más de $ mil millones anuales.
Cuando Daniel Peralta llegó al poder, todavía tenía US$ 400 millones de regalías petroleras que se fueron a gastos corrientes, o sea sueldos. El paro petrolero que se produjo hace unos años dejó a la provincia sin recibir mucho dinero durante meses y nunca se pudo recuperar. Mientras tanto, la obra pública, uno de los motores para bajar la desocupación, empezó a frenarse en los últimos años y muchas familias se quedaron sin trabajo.
En Gallegos, los gremialistas decidieron dar una tregua al intendente Pablo Grasso por orden de la Justicia. Habrá un impasse de 15 días para negociar el pago de salarios. En Caleta Olivia sigue el paro por reclamos salariales.
Para poder revertir esta imagen, tanto Máximocomo Aliciaapelarán a mostrar las obras que Nación concretó en los últimos 12 años en Santa Cruz: rutas, viviendas del plan federal, la conexión eléctrica al sistema nacional, la usina termoeléctrica de Río Turbio y hasta el arranque de las represas hidroeléctricas. No quedarán afuera de la campaña.
