El senador Luis Juez anunció que le solicitará a la Justicia Electoral la apertura de las urnas de las elecciones que se realizaron en Córdoba el pasado domingo 25 de junio. En los comicios que compitió por la gobernación con el sello de Juntos por el Cambio, Juez quedó tres puntos por debajo del peronista Martín Llaryora, en un escrutinio provisorio que se pausó al llegar al 94% de las mesas.
"Solo buscamos la verdad y la transparencia del acto comicial y la única forma de encontrarla es dentro de las urnas", sostuvo en Twitter el líder del Frente Cívico, luego de las demoras registradas en el conteo del domingo pasado.
En ese sentido, Juez remarcó que impartió "expresas directivas a los apoderados legales de Juntos por el Cambio, que soliciten a la Justicia Electoral la apertura de las urnas y la lectura de las actas correspondientes y que copia de lo solicitado se comunique el Tribunal Superior de Justicia".
Elecciones en Córdoba: todos apuntan contra el nuevo sistema electoral
Por su parte, el schiarettismo da por cerrado el proceso electoral y se proclamó ganador, mientras que el referente opositor mantendrá su postura de esperar el escrutinio definitivo.
La diferencia entre Juez y Llaryora es de 57 mil votos con unos 200 mil que faltaron contar en el escrutinio provisorio, que se quedó estancado en el 94% por errores técnicos.
"Vamos a cuidar el voto de la gente hasta que se resuelva la última mesa. Aún así, hay algo que ya está claro: la de JxC es una elección histórica", dijo Brenda Austin, referente radical de Córdoba.
Llaryora había salido a cruzar la postura de Juez, lo cuestionó por no aceptar la derrota y dijo que “algunos no saben perder”. "Es una estrategia. Nunca reconoce cuando pierde. A mi me tocó ganar y me tocó perder. Cuando pierdo, lo reconozco. Pero yo soy una buena persona. La tendencia es irreversible. Algunos no saben perder", dijo el dirigente que responde al actual gobernador Juan Schiaretti.
Qué falló en las elecciones de Córdoba
El nuevo sistema que eligió la Justicia Electoral para el conteo de votos en las elecciones provinciales, denominado Turing, presentó demoras en tres de cada 10 establecimientos.
Cada fiscal debía confeccionar sus actas, escanear la planilla y en la pantalla chequear que los números de cada candidato coincidan. Una vez verificado, auditado, se da el ok para que a través de una computadora conectada a internet en cada escuela, los datos sean cargados automáticamente en el sistema central.
Pero la falta de conectividad en el 30% de los establecimientos produjo fallas al momento de transmitir las actas. De esta manera, el recuento de los sufragios tenía que pasar a un plan B, se debía hacer de manera tradicional, según indicó la empresa a cargo.
El plan de contingencia para amortiguar esta circunstancia fue elegido por OCASA, y consistió en “trasladar la documentación (digital o física) a 17 nodos, distribuidos estratégicamente, atendiendo a las particularidades tanto poblacionales como geográficas que caracterizan a la Provincia de Córdoba para concluir el proceso de transmisión".
Pese a que la confección manual de las planillas por parte de los fiscales no cambió, todo se ralentizó y esto hizo que a la madrugada del lunes, ninguno de los candidatos tuviera certeza del resultado para salir a anunciar la victoria o a asumir la derrota.
AG / ED