Esposado, con paso lento y una bolsa reutilizable con sus pertenencias, el ex ministro Julio De Vido entró ayer a los tribunales de Comodoro Py. Fue para declarar por tercera vez en el marco de uno de los capítulos de la causa de los cuadernos de las coimas, que involucra el pago y cobro de sobornos en torno a la obra pública entre 2003 y 2015. De Vido no fue el único de los nueve indagados que ayer debió ser trasladado desde un penal. El empresario chubutense Cristóbal López también llegó por la mañana, en un camión del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
A diferencia de De Vido, que vino de Marcos Paz, López llegó desde el penal de Ezeiza. Se trató de la primera vez que López –detenido en el marco de la causa que involucra la deuda millonaria de Oil Combustibles– debió presentarse en el caso. También tuvo que hacerlo uno de sus dos hijos, Nazareno, y el financista Ernesto Clarens, arrepentido en el caso y considerado uno de los que más aportó en el expediente. Junto a ellos también se presentó Osvaldo De Sousa, hermano de Fabián, socio de López y también detenido desde el año pasado en la causa de Oil.
Por otro lado, el lunes marcará el fin de la ronda de 101 indagatorias, que comenzó a mediados del mes pasado, y que incluyó el pasado 25 de febrero a CFK. La ex presidenta, al igual que De Vido, dio explicaciones por tercera vez en el caso, que comenzó tras la aparición de las anotaciones del ex chofer Oscar Centeno.
Junto a ellos, a lo largo de casi 20 días, también fueron citados nuevamente empresarios como Aldo Roggio; Angelo Calcaterra, primo hermano presidencial y ex dueño de Iecsa; quien fuera su segundo, Javier Sánchez Caballero; y otros referentes de la obra pública en el interior del país.
En el fin de la ronda, para el lunes están previstas entre otras las declaraciones de los ex secretarios del desaparecido Ministerio de Planificación José López y Germán Nivello, quienes mantienen un fuerte enfrentamiento desde los tiempos de su gestión, lo que quedó plasmado en sus declaraciones. No ahorraron críticas y acusaciones cruzadas.
Lo que viene. Luego de estas declaraciones, se espera un nuevo procesamiento “masivo” en el expediente que instruye el juez Claudio Bonadio. Para este nuevo segmento del caso fueron clave las declaraciones del ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción Carlos Wagner y de Clarens, quien aportó planillas con datos de cómo funcionaba el esquema de la obra pública.
Todo se da en medio del avance del primer tramo de la causa rumbo al juicio oral y público. Se cree que eso podría suceder antes de mitad de año, mientras se sigue avanzando en los diferentes apartados. La primera parte ya fue confirmada en su mayoría por la Cámara Federal de Apelaciones en diciembre pasado. Allí quedó firme el procesamiento de CFK como “jefa de la asociación ilícita”, mientras que De Vido y Roberto Baratta, su segundo en el Ministerio, quedaron en segundo lugar en el orden de responsabilidades.
Investigan al fiscal Stornelli por la presunta extorsión a un empresario
CFK fue indagada el 25 de febrero, día en que hubiese cumplido años su esposo, el ex presidente Néstor Kirchner. La ex mandataria volvió a hacer alusión al hecho. Fue al apuntar a la ausencia del fiscal del caso, Carlos Stornelli, a su declaración indagatoria ante la Justicia Federal de Dolores, donde está acusado de supuesta extorsión y espionaje ilegal.
La senadora fue indagada ese día por ocho imputaciones distintas. Allí debió rendir explicaciones por la concesión de obras viales; los subsidios a ferrocarriles y colectivos; el hallazgo de documentos históricos en los allanamientos ordenados en sus propiedades del sur del país; sobreprecios en las compras de Gas Natural Licuado (GNL); y el traslado de los diarios en aviones oficiales al sur del país durante su gestión.
Entonces la ex presidenta presentó un escrito, como hizo en todas las oportunidades, y habló de un “hecho inédito” por la cantidad de indagatorias y volvió a referirse a una “persecución y ensañamiento” en su contra.