La trabada agenda que mantuvo el Congreso durante el primer semestre de 2022, con un puñado de sesiones por Cámara ante las complicaciones para alcanzar los consensos, fue uno de los desafíos que quedó pendiente para Sergio Ma-ssa durante su paso por la presidencia de Diputados.
Ahora lo tendrá que ver desde la vereda de enfrente y espera que la aprobación de los proyectos de gestión que necesita no se conviertan en un dolor de cabeza.
El día de su asunción como ministro el tigrense planteó cuatro prioridades que espera sean resueltas en el corto plazo. Una de ellas es el proyecto de ley Agrobioindustrial, que en septiembre cumplirá un año desde que fue presentada por el Poder Ejecutivo.
Según supo PERFIL, el titular de la Comisión de Agricultura Ricardo Buryaile tiene planeado convocar a una reunión para después del feriado del 15 de agosto. Se trata de una buena señal después de varias idas y venidas con el sector que podrían quedar resueltas con el acercamiento de Massa a la Mesa de Enlace.
En ese esquema ya prestaron su acuerdo los jefes de las comisiones de Presupuesto Carlos Heller y de Industria Marcelo Casaretto.
“Massa tiene la capacidad de articular diálogo con los distintos sectores que constituyen el círculo virtuoso de la economía y tiene en claro cuáles son los temas más urgentes por resolver”, confió Cecilia Moreau, flamante presidenta de la Cámara baja.
Los otros temas que necesita Massa ya pasaron al Senado, donde los números del oficialismo son más holgados. Por un lado está la ley de bio y nanotecnología, tiene una mirada sobre la ciencia a largo plazo y que tiene amplias posibilidades de lograr la sanción definitiva en la próxima sesión.
También está el blanqueo de capitales para fomentar la construcción, un texto al que dieron impulso el propio Massa junto al jefe PRO Cristian Ritondo y la ley de promoción automotriz, que se destrabó con la salida de Matías Kulfas del ex Ministerio de Desarrollo Productivo, hoy absorbido por el “superministerio” de Economía.