Según una encuesta, la falta de credibilidad de dirigentes opositores debilita cualquier resistencia al gobierno de Milei

Desde que asumió la presidencia, Javier Milei impulsó una reforma de estado que no solo afectó a la economía sino que modificó sustancialmente el mapa político argentino. La disruptiva retórica del presidente libertario obligó al resto de los políticos a alinearse o mantenerse en la senda de la oposición, quebrando así el escenario de los últimos años dominado por el peronismo y el ex Juntos por el Cambio.

Los primeros cuatro meses del presidente Milei estuvieron marcados por la crisis económica y un ajuste sin precedentes que impactó en los sectores medios y bajos. Y, particularmente, por el debate parlamentario por el DNU 70/2023 -aún vigente- y Ley de Bases, que proponía en su primera versión una desregulación de la economía, una reforma del sistema electoral y laboral, y privatizaciones, entre otras medidas.

En ese contexto, el jefe de estado se puso en pie de guerra con los gobernadores por la suspensión de las transferencias -de todo tipo- y por los fondos coparticipables, e insultó a los legisladores del Congreso nacional, al que denominó un "nido de ratas", luego de que su ley ómnibus fuera rechazada en la Cámara Baja.

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Oposición fragmentada, liderazgos indefinidos

La actitud de Milei hacia lo que él denominó la "casta política" desde el inicio de su carrera política forzó a un realineamiento de la política argentina. Más allá del natural rol de oposición del peronismo kirchnerista, bajo el sello de Unión por la Patria, el escenario de incertidumbre estuvo protagonizado por la ruptura de Juntos por el Cambio posterior a las elecciones generales en octubre de 2023.

La coalición fundada por el PRO, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical se partió después de que Patricia Bullrich no llegara al balotaje y anunciara, junto a Mauricio Macri, un alineamiento con "el cambio" que proponía el excéntrico candidato de La Libertad Avanza, sin siquiera preguntar a quienes hasta entonces habían sido sus socios políticos.

Desde ese momento, la oposición quedó fragmentada y los liderazgos quedaron menos definidos, en línea con el nivel de imagen negativa de quienes quedaron como referentes de la oposición después de que Alberto Fernández le pusiera la banda a Milei el 10 de diciembre pasado. Entre ellos, desde el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el exministro de Economía y candidato presidencial, o Sergio Massa, hasta Horacio Rodríguez Larreta, el exjefe de Gobierno porteño del "ala moderada" del PRO.

Encuesta: quiénes son los principales referentes de la oposición

Este escenario de incertidumbre política quedó expuesto en una encuesta de opinión pública realizada por la consultora Proyección, que indagó, entre otros temas, acerca de qué dirigentes deberían ser los principales referentes de la oposición al gobierno de Javier Milei.

El sondeo fue realizado entre el 4 y el 8 de abril en todo el país, con un margen de error de casi el 2 por ciento. Las 2.744 personas encuestadas respondieron en función de un cuestionario estructurado online, aplicado a una muestra ajustada a "parámetros poblacionales de sexo, edad, nivel educativo y regiones".

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Según el hallazgo, con el 32,9 por ciento Kicillof figura como el principal referente de la oposición. A nivel nacional, la presencia del gobernador de la provincia de Buenos Aires en la opinión pública duplica al lo sigue: el excandidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, que perdió en el balotaje frente a Javier Milei y actualmente es considerado como referente de la oposición por el 16,2 por ciento de los encuestados.

En tercer lugar figura el diputado nacional Leandro Santoro con el 14,4 por ciento, uno de los principales figuras de la Ciudad de Buenos Aires que se opusieron al PRO que en ese distrito es prácticamente hegemónicp desde 2017. Por su parte, quien fuera su rival en las elecciones porteñas, Horacio Rodríguez Larreta, es considerado el cuarto referente de la oposición con el 14,2 por ciento.

En quinto y sexto lugar se ubican el dirigente social Juan Grabois (11,7%), que se midió en la interna con Massa en 2023, y el senador radical Martín Lousteau (10,2%), uno de los más atacados por el entorno del presidente Milei durante el debate por la ley ómnibus.

Por debajo está Máximo Kirchner, que con el 8,9 por ciento queda en igualdad de condiciones que el exsecretario de Comercio y excandidato a presidente, Guillermo Moreno (8,8%). La lista la completa la dirigente de izquierda Myriam Bregman (8,8%), el radical Facundo Manes (8,4%), la senadora Carolina Losada (7,4%), el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro (6%), el diputado Rodrigo Di Loredo (5,3%), el gobernador de Córdoba Martín Llaryora (4,5%), la diputada Victoria Tolosa Paz (2,7%), el gobernador de Chubut Ignacio Torres (2,6%) y Natalia de la Sota (2,6%), y por último la diputada Karina Banfi (1,3%).  Cabe destacar que el 33,8 de los encuestados optaron por elegir a ninguno de los de la lista.

El desafío de la imagen negativa

Sin embargo, el principal desafío que enfrentan los dos dirigentes opositores es su imagen negativa, que supera a la positiva en línea con la polarización política que se registra a nivel nacional. En el caso de Kicillof, tiene el 52 por ciento de imagen negativa frente al 40,2 de positiva. 

Por su parte, Massa, que fue duramente criticado por el manejo de la economía durante el año electoral, acumula el 57,5 por ciento de imagen negativa frente al 37,4 de positiva, superando incluso a los números de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que registró el 57,5 de negativa y 38,8 de positiva, respectivamente. En esa línea de dirigentes, el peor evaluado fue el flamante titular del PRO, Mauricio Macri, que acumuló más del 60 por ciento de imagen negativa frente al 36 por ciento de positiva.

Consideraciones sobre Javier Milei

Con respecto al gobierno de Javier Milei, el 45 por ciento de los encuestados opinó que la economía empeorará en los próximos 6 meses, mientras que el 53 por ciento se mostró más confiado y afirmó que el presidente "tiene un plan de gobierno", mientras que  el 50 por ciento dijo que "tiene actitud para mejorar la situación del país".

El jefe de estado, en tanto, mantiene ciertos niveles de aprobación, tal como refleja el 49 por ciento de imagen positiva que acumula. Sin embargo, también tiene altos niveles de desaprobación y una imagen negativa del 45,5 por ciento. Las áreas en las que peor rindió Milei fueron su "credibilidad", evaluada negativamente por el 40,7% de los encuestados, la capacidad para gobernar (40%), la capacidad de diálogo (47,2%) y la empatía con los sectores vulnerables (52%).

CD / CP