El canciller Felipe Solá subrayó ante la platea virtual de senadores de la Comisión de Relaciones Exteriores que la decisión de retirarse de las negociaciones de los nuevos acuerdos de libre comercio del Mercosur no es una cuestión ideológica sino de preservar a la vulnerable economía argentina en tiempos de pandemia. Y adelantó que mañana se volverán a reunir los coordinadores para hallar una fórmula jurídica en común que permita resolver las diferencias de velocidades.
"Nosotros no rompemos el Mercosur, no nos levantamos de ninguna mesa. Mañana hay otra reunión de los mismos que se juntaron el viernes e iremos todas las veces que sea necesario", resaltó Solá. Y acusó a quienes sostienen esa idea de "inventar para hacer oposición". "¿Quieren que yo vaya a dar explicaciones a la cámara? —contestó en alusión al proyecto de resolución presentado hoy por Juntos por el Cambio para demandar la citación del canciller—. Yo voy, me encantaría ir, pero están equivocados".
"No nos levantamos de ninguna mesa. Mañana (por el jueves) hay otra reunión de los mismos que se juntaron el viernes e iremos todas las veces que sea necesario"
"Una negociación exige tiempo, no es un tema ideológico, es una cuestión de tiempo para ver los resultados ", remarcó Solá en la segunda parte de su exposición virtual de poco más de tres horas, centrada en las tensiones originadas dentro del bloque a raíz de las diferencias entre Argentina y su vecino Brasil, alineado junto a Uruguay y Paraguay. "No hay un solo estudio de impacto sobre lo que significa un acuerdo así con Corea del Sur", puntualizó Solá, tras describir un escenario económico alterado por la pandemia y la herencia recibida de elevada pobreza, desempleo y caída del PBI.
Tras disertar y responder las preguntas sobre la situación de los varados argentinos por el mundo, Solá se concentró en el otro frente con el que lidia su ministerio luego de que Brasil apurara una definición sobre las tratativas con Corea del Sur en la última reunión de coordinadores del bloque, el viernes pasado. Solá ponderó que la estrategia del Gobierno no era salirse del Mercosur sino apelar al recurso de la negociación a dos velocidades para evitar colisionar con sus socios, tal cual expresó el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, en la cita del 24 de abril en la que asomaron diferencias que venían madurando desde aquella primera gira del canciller a Brasilia, en febrero.
Solá ponderó que la estrategia del Gobierno es apelar a la negociación a dos velocidades para evitar colisionar con sus socios, tal cual expresó Jorge Neme, en la cita del 24
Los coordinadores de cada uno de los países —Neme, por la Argentina— volverán a reunirse este jueves 30 a instancias de una gestión de Paraguay, al frente de la presidencia temporal. "Se buscan entonces soluciones jurídico-institucionales que permitan dos velocidades dentro del Mercosur: la que desea Brasil, acompañado por Uruguay, y la velocidad que la Argentina estima que puede tener", indicó el ministro. Y se preguntó: "¿Qué se priorizaba entonces, la armonía dentro del Mercosur o la necesidad de un país —con el apoyo de otro— de acelerar convenios?"
Si frente al tema de las repatriaciones, las consultas de los senadores viraban de los pedidos concretos para la apertura de más pasos terrestres a la resolución de casos puntuales, como los que yacen en Andorra, o la simple curiosidad respecto a los números actuales que maneja el Gobierno —24.501 compatriotas aún en el exterior, acorde a Solá—, al tocar la actual crisis del Mercosur, las interpelaciones adquirieron una dureza mayor. Algunos legisladores opositores hasta sentenciaron que el camino iniciado por el Gobierno solo puede conducir al quiebre de la integración con sus vecinos.
"¿Qué se priorizaba entonces, la armonía dentro del Mercosur o la necesidad de un país —con el apoyo de otro— de acelerar convenios?"
"No podemos no estar sentados en la mesa", disparó el senador mendocino por la Unión Cívica Radical y vicepresidente de la comisión, Julio Cobos. Destacó, además, que frente al escenario de crisis que describía Solá, abandonar la negociación era perder la posibilidad de hacer escuchar la voz y los intereses del país. "Le hubiéramos dado otro consejo si nos hubiera consultado", añadió.
También el salteño Juan Carlos Romero cargó contra el Gobierno por proteger a los "aprovechadores" de Tierra del Fuego, por las fábricas ensambladoras de electrodomésticos: "No tenemos que tenerle miedo a los televisores coreanos", exclamó y exhortó a Solá a no convertirse en el "Boris Johnson" de la salida argentina del Mercosur, por el actual premier británico que lideró el Brexit del Reino Unido de la Unión Europea.
El salteño Juan Carlos Romero lo exhortó a no convertirse en el "Boris Johnson" de la salida argentina del Mercosur
Por último, el radical Martín Lousteau avaló la necesidad de negociar con cautela y elaborando los estudios de impacto necesarios si bien enumeró los millones de dólares que importa por año Corea del Sur, relativizando el "proteccionismo" que el ministro le endilgó al describir el funcionamiento comercial de la potencia asiática y los peligros que entraña para la Argentina una negociación a las apuradas.
"Yo soy admirador de Corea, absoluto admirador de Corea, lo cual no quiere decir que me sienta que estoy en Corea porque compro un producto coreano. Porque todavía no me colonizaron", retrucó el canciller. Hacia el final, insistió en que la estrategia no depende de las ideologías y que estaban dispuestos a estudiar, incluso firmar, acuerdos multilaterales "con tiempos" y atendiendo a los intereses nacionales.
MB / DS