La investigación judicial por los gravísimos incidentes registrados en el partido entre Gimnasia y Boca avanzó en las últimas horas con las primeras declaraciones testimoniales y el relevamiento de las cámaras de seguridad del estadio Juan Carmelo Zerillo.
La instrucción de la causa está a cargo del fiscal penal Martín Almirón, quien entre otras cuestiones intentará determinar si hubo reventa de entradas, y por qué razón, y quiénes fueron los policías que reprimieron salvajemente a los hinchas locales en el ingreso a la cancha del bosque platense.
En un comunicado oficial, Gimnasia explicó que “el estadio fue habilitado por los organismos pertinentes para que asistan 29.953 espectadores y que “se vendieron 3.354 entradas generales” para no socios, y señalaron que “no hubo sobreventa”.
El club platense cuenta actualmente con 25.890 socios que están habilitados para concurrir a la cancha, y el remanente de localidades se vende siempre por boletería en la previa de los partidos.
Si efectivamente no hubo reventa, como asegura el club, no se entiende por qué las autoridades decidieron cerrar las puertas de ingreso cerca de las 9 de la noche, es decir, media hora antes del inicio del encuentro con Boca.
De hecho, la gran parte de los simpatizantes que no pudo ingresar a la cancha eran socios del club o hinchas que compraron su localidad en el estadio.
En el mismo comunicado, Gimnasia sostuvo que “los accesos al estadio y los horarios de ingreso fueron establecidos por los organismos de seguridad según los criterios de sus protocolos de acción”.
Según voceros judiciales, si existió una sobreventa de entradas el fiscal podría caratular el hecho como “estrago culposo” e identificar e imputar a los responsables de la organización del evento, y también a los encargados del operativo de seguridad.
La violenta represión de la Bonaerense dejó más de un centenar de heridos y una persona fallecida (ver página 8), que perdió la vida por causas que se intenta determinar, cuando trataba de salir del estadio. Los distintos videos registrados por los hinchas triperos muestran un accionar desmedido de la fuerza de seguridad que conduce Sergio Berni, con disparos a quemarropa contra mujeres, niños y periodistas que estaban trabajando en la zona.
Un camarógrafo de TyC Sports, por ejemplo, registró cómo uno de los uniformados que intervino en la represión levanta su arma y le dispara al cuerpo provocándole heridas.
De hecho, el propio Berni reconoció que el operativo policial falló y responsabilizó a los que estaban a cargo. “Van a ser echados de la Policía”, anunció el ministro en declaraciones al canal América 24.
Hasta el momento solo tres efectivos fueron separados de sus cargos: el comisario Juan Gorbarán, el oficial principal Fernando Falcón y otro miembro de la fuerza.
Sobre el tema de la supuesta reventa de entradas, Berni aseguró: “El control de las entradas no lo hace la Policía, sino el mismo club, que hizo la vista gorda”. “Los hinchas que se quedaron afuera se enardecieron y querían entrar”, señaló.