Lejos de las tensiones políticas y el clima de violencia y enojo que atraviesa a una sociedad atrapada en problemas económicos y sociales, este martes 11 de abril se dio un momento radial de fuerte reflexión. Lo protagonizaron el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, y dos de los choferes de colectivos que le pegaron el pasado lunes 3 de abril durante una protesta por el asesinato de Daniel Barrientos.
"Es una obligación como ser humano, como cristiano", respondió el funcionario cuando le preguntaron en Radio Mitre si aceptaría las disculpas de las personas que participaron de la emboscada por la que terminó con fuertes heridas, ocurrida días atrás en el cruce de General Paz y Alberdi. "No tengo ningún tipo de rencor, hice lo que tenía que hacer que era trabajar", añadió.
El funcionario del Gabinete de Axel Kicillof dijo que no se arrepiente de haberse acercado al foco de conflicto.
Sergio Berni se comparó con Fernando Báez Sosa pero luego se arrepintió
"Usted está hablando con un ministro que está donde está la gente, que sabe que están enojados y pueden reaccionar. No estoy arrepentido de haber ido. Soy uno de los pocos funcionarios que puede caminar por la calle y no está disociado de la realidad de lo que le pasa a la gente", respondió ante la consulta del periodista Eduardo Feinmann.
El cruce entre Berni y sus agresores
Minutos después apareció en la entrevista uno de los choferes que participó de la manifestación ocurrida hace una semana atrás y que luego fue detenido por orden de la Justicia en el marco de la investigación por las agresiones al funcionario. "Quiero pedir de corazón mil disculpas. Realmente estoy a disposición de lo que usted necesite y de la Justicia", abrió.
Inmediatamente aseguró que "en ningún momento me voy a esconder ni voy a esquivar nada", e insistió con el pedido de disculpas. "Estas cosas no pueden volver a pasar, no deben pasar. Quiero un país más tranquilo. Solamente queremos un poco de seguridad para los ciudadanos; le quiero extender mi mano, pedirle disculpas", añadió.
Cuando terminó, Berni retomó la palabra con un agradecimiento a la posibilidad de intercambiar al aire con sus agresores. "Agradezco también por este acto sincero. Mis disculpas fueron desde el mismo momento, no voy a hacer la denuncia porque entiendo esto. Cada vez que matan a un bonaerense siento la necesidad de disculparme yo ante cientos de bonaerenses. Trabajo todos los días por esto", respondió.
Después llegó el turno de Jorge Cerda, otro de los choferes de la Línea 620 de colectivos que está involucrado en la investigación por las agresiones. Cuando le dieron la palabra dijo que "me pongo en su posición, se que él también lo entiende y lo ve" al problema que existe en la provincia de Buenos Aires con los episodios de inseguridad cada vez más violentos.
"El sistema de violencia cambió un montón en Argentina. Le pido disculpas y espero que las pueda aceptar. Fue un momento de euforia y quedé mal. Me pongo de su lado, él ve la realidad", manifestó el trabajador.
Paro de colectivos en cinco líneas que recorren la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano
Cerda le pidió a Berni "que nos siga protegiendo" y admitió que "fue un error haberle levantado la mano". También buscó dejar en claro que "somos personas tranquilas, no somos violentos".
Berni y su comparación con Báez Sosa
El cruce radial ocurrió horas después de que Berni lanzara una extraña comparación entre lo que le pasó y el asesinato de Fernando Báez Sosa. "No es pegarle a un ministro, es golpear a una persona de manera patotera, que me remonta a Fernando Báez Sosa, y mire cómo terminó", había dicho en Modo Fontevecchia (Radio Perfil).
"Dije que si capaz no hubiera tenido la fortaleza propia de mi actividad y mi historia de vida, era muy probable que pudiera terminar como Báez Sosa, eso nadie lo puede garantizar", añadió. "No estoy comparando una cosa con la otra", aclaró.
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