OPINIóN
Análisis

La mentira como forma de justificar la incapacidad de los gobernantes

El peronismo sigue en pie, con muchas dificultades, y piensa en el Eterno Retorno de Cristina Fernández, salvadora del kirchnerismo.

La Cámpora a Néstor Kirchner
La negociación del pago de la deuda, será eje del homenaje de La Cámpora a Néstor Kirchner este 27 de octubre. | NA

Mentira proviene de la raíz latina mens, mente. La mentira, es un un producto de la mente, o lo que en latín mentire significa mencionar y mentiri, mentir. Esa es la diferencia entre verdad y mentira.

Hoy vivimos un mundo de apariencias, fake y mentiras como si la verdad fuera plástica y adaptable, se hace de todo con tal de perdurar y ser tenido en cuenta; por eso estamos permanentemente atentos a detectar si estamos entrando en el aro protector de la mentira y la fábula.

Estos hechos están presentes entre los políticos, empresarios y en muchos sectores de la sociedad. Los medios de comunicación deberían ser clave para entender estos hechos que pueden tergiversar todo el tiempo nuestras percepciones.

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El discurso siempre se ubica en los límites de una verdad relativa; ¨lo primero que un hombre hace por su ideal o sus intereses es mentir, por lo que no sólo esperamos, sino que de hecho encontramos, que la información que efectivamente es transmitida, a menudo es adulterada o brindada de forma selectiva…”, Joseph Schumpeter.

La mentira es una forma de justificar la incapacidad de los gobernantes en llevar un proyecto adelante. El oficialismo está vencido, descorazonado y tal vez agonizante. Como no tiene respuesta a los problemas, miente y tergiversa las noticias e inventa un relato.

Estas estrategias tienen como finalidad no perder protagonismo y espacio en los medios, aunque después sea un meme o un hazmereír, es una falta de estrategia, descontrol y pérdida de mando que necesitará comenzar a ordenar alguien.

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El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, deslizó que podría haber infiltrados en la protesta de colectiveros en la que resultó agredido.

La Cámpora tomó la iniciativa (no le queda otra), con el "Caso Berni", inventando una conspiración de la oposición a la frustrada participación contra su ¨Rambo cacheteado¨. Luego denunció el tratamiento recibido por Cristina Fernández de Kirchner y su hija Florencia Kirchner sobre la "anorexia nerviosa galopante" y calificaron el contenido del programa como un ejemplo de "discurso de odio", "mentira", "violencia", "humillación", "hostigamiento" y "deshumanización". 

Y siguen algunas internas muy fuertes y agresivas como la de Hurlingham. Las peleas entre Aníbal Fernández y La Cámpora: ¨Y todos los que no trabajaron nunca o se la pasaron tirando piedras desde la otra vereda, como (Andrés) el `Cuervo´ (Larroque) o (Eduardo) `Wado´ (De Pedro)".

Mentir y agredir es parte del relato. Cuando un relato no tiene sustento se miente, se inventa y se fantasea.

Anibal Fernandez y Axel Kicillof
El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Se bajan líneas sobre el relato, la única manera de subsistir y no caer en las encuestas es seguir aferrándose a la posibilidad más clara que tienen de mantener la provincia de Buenos Aires. Por eso, se jugó y se piensa en el "Eterno Retorno" de Cristina Kirchner, madre y salvadora del kirchnerismo, pero la historia no sería lineal y está en discusión si sería cíclica. Y sabemos que los ciclos vuelven a ocurrir con otras circunstancias.

En una sociedad dividida el peronismo sigue en pie con muchas dificultades, pero está vivo y sobrevive. Por ahí deberá pasar la prueba del colapso como ocurrió con otras fuerzas políticas y ahí esta el temor. ¿Serán capaces de reinventarse dejando de lado los nombres y reformulando su doctrina a los tiempos que corren? ¿O se dividirán definitivamente entre los moderados y los progresistas de izquierda?

El temor, el pánico a desaparecer, son permanentes. La doctrina del “Eterno Retorno” es una apuesta por el retorno del ser y en el ser, la relación con el pasado a través de la memoria solo es factible por medio del discurso. (Nietzsche WTP:543, 548, 1049).