Todo estaba preparado para que hablara él, ya que era su acto de asunción como presidente del Partido Justicialista. Pero imprevistamente, cuando le tocó el turno a Néstor Kirchner, tomó el micrófono y le cedió la palabra a su esposa, la presidenta Cristina Fernández. Esta vez, la mandataria utilizó "palabras blandas" y no hizo una sola referencia al conflicto con el campo.
La cita era en el estadio del Club Almagro, en el partido de Tres de Febrero. Gobernadores, legisladores y funcionarios ocuparon el palco oficial para ver como el santacruceño asumía la presidencia del PJ. Pero todos (salvo el matrimonio K y los allegados) quedaron atónitos cuando vieron que el ex presidente no hablaba como se esperaba y si lo hacía su mujer en su lugar.
"Por favor a los de la corneta que no dejan hablar", arrancó Cristina Fernández ante un ruido molesto que le impedía comenzar con su discurso. Habló del pasado para luego terminar en el presente. "Siento que estamos volviendo a poner las cosas en su lugar. Recuperando entre todos una historia para los argentinos", remarcó.
Hizo una convocatoria para "profundizar el crecimiento" pero en ningún momento la Presidenta habló sobre el conflicto del Gobierno con el campo.