Los voceros habituales del Gobierno no emitieron ayer ni una palabra respecto a las amenazas de tomar Tribunales que hizo el martes Hebe de Bonafini y que despertaron fuertes críticas desde todos los ámbitos. Referentes de la oposición, magistrados y hasta el gobernador Daniel Scioli cuestionaron a la titular de Madres, pero desde el Poder Ejecutivo el silencio fue total.
Como se sabe, el jefe de Gabinete Aníbal Fernández sale cada mañana por radio a defender a los Kirchner, pero ayer se llamó a silencio, toda una rareza en el vocero todoterreno del oficialismo. Por la tarde, tras el alud de críticas a Hebe, en la red social Twitter ningún funcionario K intentó defender a la titular de las Madres, estrechamente ligada al kirchnerismo.
A última hora de la tarde, Cristina Kirchner entregó Becas del Bicentenario en la Casa Rosada. Pero tampoco se refirió a los polémicos dichos de Bonafini. La misma postura adoptó el titular de la ex Comfer, Gabriel Mariotto, promotor de la marcha del martes y uno de los funcionarios que aplaudió el discurso de cierre de la presidenta de las Madres.
Las agencias de noticias y medios oficiales tampoco recogieron expresiones de otros interlocutores K, como el ministro del Interior, Florencio Randazzo, o los jefes de los bloques K de Diputados, Agustín Rossi, y del Senado, Miguel Pichetto.