Las elecciones de hoy contarán con una particularidad histórica. La presidenta Cristina Fernández de Kirchner no podrá votar por su licencia médica y permanecerá en Olivos por prescripción médica.
En cambio, la parte de mayor confianza de su gabinete y su familia viajaron ayer a Río Gallegos para votar en las elecciones de hoy. A bordo del Tango 02, aterrizaron Julio De Vido, ministro de Planificación; Alicia Kirchner, la titular de Desarrollo Social, y Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, en quien recae la mayoría de las decisiones políticas de peso durante el reposo de la primera mandataria.
En el avión también habría viajado Florencia Kirchner. Su hermano, Máximo, de quien también depende parte de las decisiones, viajó a la ciudad a mediados de semana y al menos hasta ayer a la mañana todavía permanecía en Gallegos.
Según varios funcionarios, los hijos de Cristina se convirtieron en los últimos días en su apoyo más importante y en los únicos con los que mantiene diálogo permanente.
Desde que fue intervenida por el hematoma en el cráneo, Cristina cumple a rajatabla la orden de los médicos de mantenerse alejada de la gestión y de los vaivenes electorales. Esencialmente para reducir cualquier tipo de estrés y foco de preocupación, y además porque la recuperación de la operación le impidió inicialmente tener una rutina normal.
Tal como ocurrió en las PASO, está previsto que los funcionarios que viajaron a Río Gallegos voten durante la mañana de hoy y por la tarde vuelvan hacia Buenos Aires para participar del conteo oficial de los votos en el búnker K, que esta vez será el hotel NH Tango, frente al Obelisco, y no en el Intercontinental, el clásico refugio K durante las elecciones.
Varios funcionarios aseguran que la Presidenta casi no tuvo contacto en estos días con sus ministros y que uno de los pocos que lentamente comenzaron a informar sobre la gestión fue Carlos Zannini.
En la Casa Rosada aseguran que Cristina, a diferencia de Néstor, se “asustó” con la operación y decidió cumplir la prescripción médica. Un importante dirigente peronista refleja el cuadro con agudeza: “A diferencia de Néstor, Cristina eligió vivir”. La frase se debe a que, hasta su último día, el ex presidente no respetó a rajatabla la recomendación de los médicos de bajar un poco el nivel de estrés que produce la gestión. Hoy se cumplen tres años del fallecimiento del ex presidente.
El destino, una vez, juega con ironía. Precisamente hoy, el kirchnerismo se juega en la provincia una elección que puede signar para siempre la continuidad del oficialismo tal como existe. Sin reelección para Cristina, hoy se termina de cristalizar quiénes serán los candidatos que quedan mejor posicionados para las elecciones presidenciales de 2015.
La recuperación. En su edición del 14 de octubre, PERFIL anticipó que el proceso de recuperación de Cristina, según sus propios funcionarios, sería de más de treinta días. En su edición de ayer, se reconstruyó la opinión de varios funcionarios, que mostraron su preocupación porque finalmente su regreso se retrasaría aún más.
Ocurre que, según su último parte médico, una vez que finalice la licencia de treinta días, en unos diez días, CFK deberá someterse a una serie de estudios para evaluar no ya la recuperación de la operación, sino la salud de su corazón.
El equipo médico deberá evaluar si es necesario darle más reposo, cambiar la medicación o incluso someterla a una nueva intervención –que podría incluir un marcapasos– para “corregir” la falta de sincronización de sus latidos, que por ahora se presenta de forma ocasional. Habrá que esperar hasta el próximo parte para saber cómo evoluciona la salud presidencial.