No hubo ni perdigones ni bala de plata. Mucho menos bomba nuclear. Ayer el presidente Alberto Fernández anunció que “he tomado una decisión para proteger a los argentinos y argentinas de este fenómeno inesperado y que ojalá sea transitorio.
He decidido constituir un fondo de estabilización con el objetivo de evitar el traslado de esta suba del precio internacional al precio que pagan los argentinos y argentinas”.
Sin embargo, en lo referido al paquete de medidas antiinflacionarias que el propio Presidente había anunciado durante la semana no hubo ni un solo detalle. En los 18 minutos de su mensaje grabado, solo dijo: “He instruido a mis ministros para que tomen las medidas necesarias y ellos serán los encargados de comunicarlas a partir de mañana (por hoy)”.
Hoy, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, dará una conferencia de prensa donde se esperan, entre otras cuestiones, definiciones sobre las retenciones a las exportaciones del campo. El precio de las commodities por el efecto de la Guerra en Europa no para de subir y eso genera más divisas al exportar. Sin embargo, el mismo fenómeno genera otro efecto que pega en la mesa de los argentinos: suben insumos troncales para producir alimentos como la harina, que disparó el precio del pan un 25% el mes pasado, y todos los farináceos.
El lunes será el turno del ministro de la Producción, Matías Kulfas, y el martes se convocará a la mesa económica y social que integran funcionarios, empresarios y gremios.
El Presidente coronó ayer su discurso con una foto de pretendida unidad. Convocó en Olivos a todo el gabinete económico antes de salir a escena con su discurso, que fue grabado y demorado en su emisión, que primero se había anunciado a las 19 pero que, finalmente, se pudo ver pasadas las 20.30.
Estuvieron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; el cascoteado titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; el ministro de Producción, Matías Kulfas, e incluso los timoneles de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, y del Banco Central, Miguel Pesce. Sin embargo, hubo ausencias estridentes; los secretarios de Comercio, Roberto Feletti, y de Energía, Darío Martínez.
El Presidente buscó sobrevolar en su discurso las diferencias y los cortocircuitos que se profundizaron con la aprobación por parte del Congreso del aval al acuerdo con el FMI. Con el mensaje de ayer quiso hacer borrón y cuenta nueva y dirigir todos los misiles al control de la inflación que, en la práctica, suma mes a mes aumentos que otros países registran anualmente y que volverá a estar este año por encima del 50% luego de dos años de gobierno.
En todas las encuestas la inflación figura como la principal preocupación de todos los argentinos por encima del empleo y la desocupación. Hay motivos de sobra para eso. Por ejemplo, entre enero y marzo de este año, los precios subirán en torno al 15%. Ya entre enero y febrero acumuló 8% de incremento de acuerdo con el Indec y el precio de los alimentos y bebidas viene estando por encima de la media mensual desde ya más de tres años. Por ejemplo, en febrero, la suba fue del 7%, y eso golpeó fuertemente en la mesa de los argentinos. Una familia tipo necesitó casi 84 mil pesos mensuales para no ser pobre el mes pasado, un monto que muchos hogares no logran sumar. Este mes, por la suba en tarifas y en naftas, los analistas ya anticipan un 6% mensual pero en alimentos y bebidas en la primera quincena del mes las subas fueron de casi un 3%.
“Anoche hemos dado un paso muy importante para empezar a solucionar otro de los enormes problemas de los que tuvimos que hacernos cargo. El Congreso de la Nación convirtió en ley el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Ha sido un momento histórico. Por primera vez la refinanciación de una deuda con el FMI se discute y se aprueba en el Congreso”, resaltó el Presidente.
Esa ratificación parlamentaria ahora deberá tener la venia del FMI hacia fines de la semana próxima, la misma en la que el Gobierno deberá afrontar uno de los vencimientos más abultados del año, en este caso por casi 3 mil millones de dólares. Ese aval del staff del organismo internacional de crédito se descuenta pero también se sabe que habrá un duro mensaje pidiendo mano dura contra la inflación.
El mensaje presidencial ya se ganó las primeras críticas de la oposición. La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, dijo que “hemos visto un Presidente carente de liderazgo” y que “al final, la guerra ni siquiera fue un desfile” .
Mario Negri, por su parte, advirtió que Fernández “llegó a la batalla contra la inflación muy débil por los embates de su propio partido”. El ex gobernador Alfredo Cornejo consideró que hubo “mucho relato y ninguna medida” y que “sin bajar la emisión no va a bajar la inflación”.