El gobernador bonaerense, Felipe Solá, se acercó esta mañana hasta el lugar donde fueron velatorio de dos de los tres policías asesinados en una dependencia del ministerio de Seguridad de la ciudad de La Plata y frente al reclamo de justicia de los familiares de las víctimas prometió encontrar y detener a los culpables.
" Son parientes de policías que están muy doloridos con toda razón", justificó el mandatario al referirse a las enérgicas demandas de los familiares, en el velatorio del sargento Pedro Díaz (45 años) y del oficial Alejandro Rubén Vatalaro (27), en la calle 53, entre 18 y 19.
El gobernador fue el único funcionario provincial que se acercó a los velatorios. Nadie del gobierno central se hizo presente y con el correr de la mañana se desvanecio el rumor que sostenía que el propio presidente Néstor Kirchner asistiría a darle su pesar a los familiares de los policias muertos.
En declaraciones a la prensa, Solá manifestó que "todavía no sabemos los resultados (de la investigación), pero pensamos que sí, que la intención ha sido dañar en los más profundo" a las altas esferas políticas del distrito.
Los restos de los tres policías asesinados brutalmente en la central de telecomunicaciones del ministerio de Seguridad bonaerense fueron velados esta mañana en diversos puntos de la ciudad de La Plata.
Si bien el gobierno provincial ofreció realizar una triple ceremonia en la sede religiosa, únicamente los familiares del oficial Ricardo Torres Barbosa, de 26 años, aceptaron la propuesta.
El coche con el cadáver del oficial Alejandro Rubén Vatalaro, de 27 años, salió antes de las 10,30 de la casa situada en la calle 53, entre 18 y 19, donde quedó el cuerpo del oficial Ricardo Torres Barbosa (26), ya que los familiares pidieron cremarlo.
El joven fue recordado hoy por un compañero de la fuerza como un " hombre ejemplar" y una "gran persona", durante su sepelio en el cementerio de La Plata.
Vatalaro fue "un policía más que cada día entregaba lo mejor de sí, siguiendo su vocación y los postulados de la labor policial, un hombre ejemplar y una gran persona", manifestó uno de sus colegas frente al féretro del oficial, cubierto con una bandera argentina.
En tanto, el velatorio del otro policía masacrado, el sargento Pedro Díaz (45), se desarrollaba en la Catedral, mientras la ceremonia de inhumación se llevará a cabo en el cementerio Parque Municipal de Berisso.
Las víctimas fueron masacradas a puñaladas y balazos ayer a la madrugada mientras hacían guardia en la planta transmisora de la Superintendencia de Comunicaciones del ministerio de Seguridad bonaerense.
El triple crimen causó una gran conmoción, inclusive en el ámbito político, ya que sucedió a sólo nueve días de las elecciones, aunque no están determinados aún los móviles del episodio.
Fuente: DyN