Con la mirada puesta en 2019, el PRO ya empezó, a comienzos de año, a recabar información sobre posibles candidatos en distritos peronistas que anhela conquistar en las próximas elecciones. El presidente del partido, el senador Humberto Schiavoni, junto al legislador porteño y secretario general del partido, Francisco Quintana, son quienes arrancaron con las primeras reuniones en enero para realizar cumbres partidarias por todo el país.
En particular en la provincia de Buenos Aires, bajo la tutela de la gobernadora María Eugenia Vidal y su mano derecha, el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, se pondrá especial énfasis en dos distritos gobernados por el PJ kirchnerista: Avellaneda y La Matanza. Los candidatos ya están: la senadora Gladys González, con la ayuda de Horacio Rodríguez Larreta, disputará la intendencia de Avellaneda el año que viene. Y para La Matanza ya se prepara el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, quien contará con Diego Santilli como jefe de campaña.
A ellos hay que sumar a los llamados “sin tierra”, candidatos a intendente que ganaron bancas como concejales el año pasado y que, en su mayoría jóvenes sub 45, van por caciques peronistas. Por caso, el subsecretario de Asuntos Municipales, Lucas Delfino, en Hurlingham, Santiago López Medrano (ministro de Desarrollo Social bonaerense) en San Martín, el actor Segundo Cernadas en Tigre o el diputado Matías Ranzini en Zárate.
A nivel nacional, en el macrismo pretenden ir con candidatos propios en provincias “ganables” que en 2017 mostraron una diferencia importante a favor del oficialismo. Uno de los casos es Entre Ríos, donde el radicalismo podría colocar un candidato competitivo bajo el auspicio del ministro del Interior, Rogelio Frigerio. En Córdoba los asesores de Macri creen que está todo para ganarle al peronismo no kirchnerista: se trata de la provincia en la que mejor porcentaje consiguió el Presidente en 2015. Desde Héctor “la Coneja” Héctor Baldassi hasta el ministro de Turismo, Gustavo Santos, pasando por Nicolás Massot.
La Pampa, Chubut y Santa Cruz se suman a este lote. Aunque gobierna el socialismo, en el macrismo se entusiasman con ganar Santa Fe.