Pasar las Fiestas en paz. Eso mismo pidieron varios integrantes del Gabinete nacional ante diversos conflictos sociales. Y eso mismo buscaba la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando viajó a El Calafate poco antes de Navidad, donde tiene pensado quedarse hasta enero. Sin embargo, el Año Nuevo encuentra a los Kirchner con un problema familiar impensado: el mausoleo en el que descansan los restos del expresidente Néstor Kirchner.
Según reveló el portal OPI Santa Cruz, la fastuosa construcción erigida en Río Gallegos por el empresario K Lázaro Báez sufre un desplazamiento por las condiciones del suelo que ya afectó a parte del techo de la edificación y que amenaza con desprender un pesado vitraux justamente donde está el féretro.
De acuerdo con las explicaciones difundidas por ese medio -recibidas de parte de un colaborador del fuero íntimo de Báez- el mausoleo “habría cedido más de lo calculado y generó roturas en la estructura del techo, cubierto por un enorme vitró que pende a 11 mts de altura sobre el ataúd”.
El problema comenzó días antes de Navidad: se encontraron en el piso restos de vidrios blindex que provenían de los planos dispuestos en los laterales del edificio, lo cual alarmó a la seguridad. El propio Báez habría estado en el lugar con un arquitecto para verificar la “sorpresa”. Los nuevos vidrios fueron trasladados desde Buenos Aires para reemplazar a los otros.
Espada de Damócles. Tras ello, se detectó que se torció uno de los parantes de la cúpula transparente del techo, donde se ha construido una pesada estructura de hierro de la cual pende una “roseta de vitrofusión” de 150 kgs de peso, que muestra el ícono del Bicentenario, realizado por el artista local Andrés Caamaño.
“Esto ya se veía venir, cuando en febrero del 2011 sonaron las alarmas porque al correrse la pared se partieron los vidrios. Eso siguió trabajando y si bien los arquitectos lo controlaron en aquel momento, el proceso siguió porque es un problema del suelo que cede, ya que las bases están en una parte del terreno que no tienen capacidad portante”, explicaron a OPI. “En ninguna parte del cementerio hay terreno firme, es una zona con napas de agua por encima de los 6 metros y eso genera inestabilidad a una estructura de este tipo, tan grande y pesada, que además fue levantada en tiempo record”, argumentaron.
La Presidenta habría sido informada del problema por el propio Báez, quien solicitó autorización para apagar las cámaras de seguridad, mientras duren los trabajos allí. “El verdadero motivo por el cual Lázaro Báez ordena apagar las cámaras es porque van a retirar el féretro de Kirchner del lugar donde está emplazado, para prevenir que cualquier cosa que caiga desde esa altura de 11 metros, mientras hacen las reparaciones, dañe el cajón”, aseguraron.
