POLITICA
LA SUCESION DE CFK

Tensión en el kirchnerismo por la puja de los candidatos

Por primera vez, Randazzo enfrentó críticas desde el interior del oficialismo por sus cuestionamientos a Scioli. División en el Gobierno.

Diferencias. De Pedro, Fernández y Kicillof mostraron señales de sintonía con el gobernador. Zannini y el Cuervo Larroque apoyan al ministro del Interior.
| Marcelo M. Abbate

Las diferencias en el oficialismo por el futuro electoral son cada vez más profundas. Y ya abren grietas en el Gobierno entre quienes ven con buenos ojos a Daniel Scioli como garantía de continuidad en el poder y quienes prefieren un proyecto más identificado con el kirchnerismo tradicional. A diferencia de otros tiempos en que se inclinaba por el núcleo duro, Cristina Kirchner envió esta vez señales que apuntan a evitar que la sangre llegue al río.

La consecuencia es que, por primera vez, se le transmitieron públicamente límites a Florencio Randazzo, principal contrincante interno de Scioli.

La pelea en el Frente para la Victoria estuvo a punto de desmadrarse. Los diputados Diana Conti y Carlos Kunkel le pidieron a Randazzo que dejara de cuestionar a su rival en las primarias, Daniel Scioli, y que se ocupara de la oposición. Pero Randazzo, lejos de amilanarse por las críticas, redobló la apuesta: “Cristina me dijo que yo soy el candidato”, disparó. Todo ocurrió en la misma semana en que se votó un proyecto emblemático para el ministro: la estatización de los trenes.

Aunque algunos creen que Conti y Kunkel son dos legisladores “librepensadores”, la mayoría de las fuentes consultadas dijeron que las declaraciones están en sintonía con lo que piensa parte del entorno presidencial. También con los gobernadores e intendentes alineados con Scioli. ¿El objetivo? Ordenar la disputa interna antes de seguir adelante.

A medida que suben de tono los dardos que dispara el ministro contra el gobernador, mayor es la irritación que genera. Si bien esa estrategia fue avalada, al menos hasta hace poco tiempo por el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini –principal aliado de Randazzo–, ahora no es vista con buenos ojos. Consideran que tanto revuelo en la interna propia puede hacer perder votos.

Pero Randazzo no lo ve así. Después del “reto” de Conti, desafió públicamente a Scioli a debatir y criticó la gestión del gobernador. Luego, advirtió que ya había sido ungido como el sucesor K. Los dos candidatos, igual, no quieren hacer nada que ofenda a Cristina, por eso todavía no se lanzaron.

La Presidenta no se ha pronunciado aún en público –ni se sabe si lo hará– por ninguno de los dos candidatos; por ahora deja que corran ambos. Sobre todo porque, si se definiera, a dos meses del cierre de listas, perdería poder de negociación para el armado de listas y de una eventual fórmula presidencial. “A (Amado) Boudou le dijo el mismo día que iba a ser el candidato a vicepresidente; ¿por qué ahora iba a cambiar?”, se preguntó un diputado nacional histórico del PJ en diálogo con PERFIL. Y añadió que, conociendo a Kunkel y a Conti, “ninguno de los dos se manda solo. Escuchan al entorno presidencial y después hablan”.

Un operador kirchnerista consideró que Conti y Kunkel expresan lo que quiere el núcleo del poder en el Ejecutivo. “Hay un sector importante del Gobierno que no coincide con lo que hace Randazzo. Basa toda su estrategia en pegarle a Scioli. Por supuesto, Cristina quiere que Randazzo compita para que Scioli no se consolide”. Y arrojó sobre la mesa una encuesta de Hugo Haime que le da en la interna una intención de voto a Scioli de 24 puntos, contra 8 de Randazzo.

Los randazzistas retrucan que una reciente encuesta encargada por el macrismo vaticina una pelea tan pareja que incluso en distritos más afines al sciolismo, como la Capital Federal, le ganan por diez puntos.

“Randazzo se pasó de la raya. Esa es la lectura que se hace”, explicó un importante funcionario del Gobierno. Y agregó: “Lo que ocurre es que el flaco tiene un 50% de inteligencia y un 50% de loco”. ¿Por qué la Casa Rosada enviaría un mensaje a través de dos legisladores? “Hay mucho mito”, dicen los randazzistas. Otros consideran que lo que se busca es enviar un mensaje de tranquilidad a gobernadores e intendentes del PJ que hoy están claramente alineados con el gobernador.

Algunos señalan con cierta perspicacia que la esposa de Kunkel, Cristina Fioramonti, es senadora bonaerense y que siempre votó todas las leyes del gobernador. Y que Diana Conti está jugando abiertamente con Scioli. Después de sus críticas a Randazzo, Conti estuvo hablando con el ministro cara a cara, amablemente, durante la sesión de estatización de los trenes.

El gobernador cosecha cada día más apoyos. Cristina no quiere, de todos modos, que la candidatura de Randazzo caiga ni mucho menos. El equilibrio es cada vez más difícil.

 


El regreso de Cacho
El Frente para la Victoria continúa recuperando dirigentes. Esta vez, quien volverá a las filas oficialistas es el senador bonaerense Baldomero “Cacho” Alvarez de Olivera. El dirigente espera hablar con Sergio Massa para oficializar su regreso, aunque ya le comenzó a comunicar la decisión a los más allegados. El senador evalúa distintas alternativas para su vuelta. Una de ellas, podría ser renunciar a la banca y tener un cargo en el gobierno de Daniel Scioli, desde donde volverá a armar la agrupación “La Juan Domingo”. Su regreso y el de otros dirigentes debe ser aprobado por el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” de Pedro, quien ya le habría dado el visto bueno al jefe de Gabinete, Alberto Pérez.