Tras las denuncia penal sobre la toma ilegal de tierras en el barrio porteño de Villa Lugano, presentada por los diputados Elisa Carrió, Paula Oliveto y Maximiliano Ferraro, una de las acusadas de intentar evitar el desalojo habló y respondió a las críticas.
Marta "La Negra" Yane, militante del Movimiento Evita y empleada del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación negó vinculación con la toma de Lugano y la venta de terrenos en diálogo con el programa radial Ahora es Nuestra la Ciudad emitido por FM Identidad.
Yane rompió el silencio luego que el programa La Cornisa de Luis Majul anticipó un informe sobre la "mafia" de la toma y las denuncias realizadas por la diputada nacional Elisa Carrio.
Es que tanto en La Cornisa, como en las denuncias judiciales encabezadas por Carrió, se informó sobre la presunta participación por parte de funcionarios del Gobierno nacional y del Gobierno de la Ciudad en una asociación ilícita para usurpar terrenos públicos en Villa Lugano. La denuncia penal incluye los cargos de "fraude a la administración pública".
A la par, la investigación en el terreno fue revelada en un informe anticipado por La Cornisa, en donde se incluirán escuchas que probarían los vínculos de los funcionarios con la usurpación.
En la denuncia se acusó a Marcelo Chancalay y a Marta Yane, a quienes consideran líderes de la toma y también a Emanuel Ríos, Roberto Jiménez y Marcelo Urquiza, a quienes denunciaron como organizadores. La organización habría vendido cientos de terrenos por los que habrían cobrado entre 8 mil y 25 mil pesos. A Yane se la acusa de organizar la toma, intentar evitar el desalojo y de contribuir con materiales para empezar a construir en forma ilegal y convalidar la usurpación.
En respuesta a esto, Yane afirmó que se trata de "una persecución" porque es una "militante de 30 años" que vive "en la misma casa desde hace diez" y se describió como "honesta".
Por otro lado, reconoció conocer a Marcelo Chancalay "por lo que se dice" y habló del frustrado paso del Movimiento Evita en la gestión de los obradores de Sueños Compartidos "para ayudar" por una orden del Poder Ejecutivo.
Admitió por último que hubiesen existido licitaciones y explicó el desfalco económico porque "una persona la cagó de arriba de un puente a Hebe".
