POLITICA
polemica en las carceles

Tras la designación de Marambio, alertan por malos tratos a internos

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El retorno de Alejandro Marambio como director del Servicio Penitenciario Federal (SPF) –lo ocupó entre 2007 y 2010– sacó a flote las duras críticas a su gestión realizadas por organismos de derechos humanos –incluso afines al Gobierno como el CELS– y la Procuración Penitenciara nacional. Además, resurgieron las denuncias por el intento de cerrar el Centro Universitario de Devoto (CUD), para evitar filtraciones de los mismos presos sobre la situación carcelaria.

El Gobierno lo llamó de urgencia –o no tanto, si se considera la sospecha de que el cambio ya se venía pensando desde hace algún tiempo– luego de que renunciara Víctor Hortel al cargo de director del SPF el martes, tras la fuga de 13 detenidos del Complejo I de la cárcel de Ezeiza y a semanas de la fuga de los represores Jorge Olivera y Gustavo de Marchi, hecho aún no esclarecido. Marambio debió viajar desde España, donde trabajaba como consultor en justicia y seguridad, y el Gobierno buscó amortiguar los cuestionamientos. PERFIL intentó consultarlo frente a las denuncias, pero Marambio eludió responder.

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Las prácticas de tortura carcelaria quedaron traducidas a números en una investigación realizada por la Procuración Penitenciaria entre 2007 y 2008, cuando Marambio era director. Una encuesta realizada a 939 detenidos en cárceles federales, dio como resultado que el 64,3% había sido agredido por personal del SPF. Esta investigación aparece en el informe anual de 2008 del CELS. Allí se afirma que “en las cárceles federales son habituales estas prácticas lesivas de la integridad física y psíquica de los internos”, y se destaca la “virulenta” e injustificada reacción, de Marambio, que negó las acusaciones.

Además, en el informe anual del CELS de 2010 constata que “el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas expresó su especial preocupación por la tortura y el maltrato en los centros de detención en la Argentina, el uso abusivo de la prisión preventiva y las inhumanas condiciones de detención”. No obstante, este organismo por ahora evita pronunciarse sobre la nueva designación de Marambio.
“Estamos analizando todavía la situación, viendo qué diálogos se establecen, qué propuestas hay y qué anuncios se hacen. Creo que en los próximos días vamos a dar algún tipo de definición”, dijo a PERFIL Ezequiel María, del área de comunicación del CELS. Las Abuelas de Plaza de Mayo también eludieron dar alguna definición.

Una de las denuncias que precipitó la salida de Marambio del SPF en 2010, y que salió a flote durante la semana, fue sobre el intento de cerrar el programa UBA XXII de educación universitaria en las cárceles y el Centro Universitario de Devoto, a través de un allanamiento ilegal que violaba la autonomía universitaria. Itai Hagman, actual candidato a diputado nacional del frente Camino Popular, pero que presidía por entonces la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA), critica duramente a Marambio por este tema. “Los detenidos que estudiaban tenían contacto con quienes íbamos por la Universidad de Buenos Aires, y entonces se filtraba muchísima información sobre violaciones a los derechos humanos que ocurrían dentro de las cárceles”, relata a este diario, y destaca: “Nosotros nos enterábamos constantemente, a partir de lo que nos contaban los propios detenidos. Y por eso él quiso sacarse de encima el CUD”, finalizó.