El empresario cordobés Gerardo Ferreyra fue beneficiado ayer con la prisión domiciliaria, en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas. Ferreyra estaba detenido desde el 1º de agosto pasado, cuando estalló mediáticamente el caso, y era el último empresario que seguía tras las rejas. Con su excarcelación, que será con el uso de la tobillera electrónica, solo quedan tras las rejas, por este caso, el ex ministro de Planificación Julio De Vido y su segundo, Roberto Baratta.
Ferreyra, propietario de Electroingeniería, es considerado miembro de una asociación ilícita, que, para la Justicia, operó en el país entre 2003 y 2015 en torno de la obra pública. La decisión de otorgar la prisión domiciliaria a Ferreyra fue tomada por los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, de la Sala I de la Cámara Federal de Apelaciones.
Los magistrados hicieron alusión a los riesgos procesales que podría acarrear la excarcelación de Ferreyra –a los que aludió en su momento Claudio Bonadio, juez del caso– al tiempo que señalaron: “No podemos desatender que la defensa ha manifestado en reiteradas oportunidades que Gerardo Ferreyra se encontraría atravesando un delicado estado de salud derivado de su enfermedad de base, con un marcado deterioro físico desde el ingreso al penal, que podría poner en riesgo su vida, habiendo sufrido recaídas, adjudicadas por la parte al estado de detención”.
Por lo precedente, los magistrados consideraron que, si bien su cuadro debe ser corroborado por el Cuerpo Médico Forense, “amerita adoptar una decisión inmediata con el fin de evitar que se produzca una afectación irreparable a los derechos fundamentales del imputado”.
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Para todo ello, hasta tanto se concluyan los informes médicos encomendados y se definan de manera concreta las medidas de pruebas que puedan resultar pendientes, en las que efectivamente Ferreyra pueda tener alguna injerencia, los jueces creyeron “razonable ante las particularidades descriptas imponer al causante una morigeración de su estado de detención, bajo una modalidad de restricción de menor entidad –como lo es el arresto domiciliario– fundado en razones humanitarias, pero adoptándose estrictas medidas de seguridad”.
Los camaristas dispusieron que Ferreyra, amigo personal del ex secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, esté dentro del Programa de Asistencia de Personas bajo Vigilancia Electrónica (pulsera y GPS), dependiente de la Dirección Nacional de Readaptación Social del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, con supervisión semanal del Patronato de Liberados y designación de una persona que actúe como garante de las condiciones impuestas, entre otras particularidades.
Ferreyra es un empresario fuertemente identificado con el kirchnerismo, al calor del cual sembró negocios y desmanejos que quedaron bajo la lupa judicial. Sus ramificaciones empresariales llegaron hasta los medios. Como propietario de Radio Del Plata, Ferreyra y su hijo Sebastián despidieron a gran cantidad de trabajadores de prensa, a quienes al día de hoy deben sueldos, cargas sociales e indemnizaciones, al tiempo que buscan eludir el cumplimiento de otras obligaciones judiciales que pesan sobre ellos.
Confirman a Stornelli al frente de la causa
El fiscal federal Carlos Stornelli recibió una buena noticia durante la jornada de ayer. En medio de la avanzada en su contra por la causa D’Alessio, en la que está declarado en rebeldía y tiene pendiente un pedido de indagatoria, Stornelli fue confirmado al frente de la investigación por los cuadernos de las coimas. Fue por el rechazo de la Cámara Federal a las recusaciones contra el fiscal que habían presentado las defensas de Roberto Baratta y Oscar Thomas.
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Ambos son querellantes en la causa D’Alessio, y cuestionaron al fiscal porque aparece imputado en ella. Inicialmente las recusaciones habían sido rechazadas por el juez de la causa, Claudio Bonadio, pero las defensas apelaron y así llegaron a la Cámara Federal.
En su voto de la resolución de ayer, el camarista Leopoldo Bruglia aseguró que “no se advierte que los motivos invocados para sustentar la recusación del Dr. Stornelli describan una circunstancia que tenga incidencia ni en el caso de Baratta ni en el de Thomas”. De este modo, el fiscal recibió un fuerte espaldarazo en momentos en los que se ponía en duda su continuidad.
