Fabiola Yañez pegó la vuelta. La ex primera dama regresó a la Argentina hace dos semanas desde España, donde se había radicado, con una prioridad clara: encontrar un colegio en Buenos Aires para su hijo Francisco. Su llegada, que se manejó con total hermetismo, reabrió de inmediato varios frentes de la compleja trama personal y judicial que mantiene con el ex presidente Alberto Fernández.
Uno de los momentos más significativos de su retorno fue el reencuentro del pequeño Francisco con su padre. Según fuentes del entorno de la ex pareja, el encuentro fue “muy cariñoso”. El nene no sólo compartió tiempo con Fernández, sino también con sus conocidos perros, Dylan y Lennon. Los encuentros se habrían dado tanto en el estudio del abogado del ex mandatario como en el propio aeropuerto de Ezeiza, apenas aterrizaron.

La llegada de Yañez coincidió, casi como una jugada, con una audiencia clave en la Cámara de Casación por la causa de violencia de género. En pleno debate judicial, su abogada, Mariana Gallego, recibió un mensaje que lo cambió todo: su clienta estaba volando hacia el país y necesitaba que le restituyeran su custodia de seguridad personal, un derecho que le asiste a los familiares directos de los expresidentes.
El pedido activó un trámite urgente. El juez Julián Ercolini (quien hasta hace poco llevaba el caso) notificó al Ministerio de Seguridad, pero la respuesta inicial fue negativa. Fue el propio Alberto Fernández quien, a través de una presentación, señaló que la custodia para su hijo y la madre era un derecho que correspondía. Su intervención destrabó la situación y la cartera de Patricia Bullrich dispuso que la Policía Federal volviera a protegerlos.

Este capítulo de la custodia no es nuevo. Yañez había renunciado a ella durante su estadía en España, luego de una controversia por los altos costos que implicaba mantener una delegación de la Federal en Madrid. Ahora, con su regreso, el Ministerio de Seguridad accedió a la solicitud y le brinda protección en un domicilio porteño que se mantiene bajo estricta reserva.
Actualmente, la ex primera dama reside en un departamento de alquiler temporal mientras avanza en la búsqueda de una institución educativa para Francisco. Sin embargo, su estadía en el país no está garantizada. Allegados a la pareja no descartan que deba volver a viajar a Madrid para resolver otros asuntos familiares, una decisión que seguramente estará atada al avance de las negociaciones con Fernández.
Corrupción, violencia de género y opinión pública
Dos causas que marcan el pulso de la separación
Mientras la vida cotidiana intenta abrirse paso, el campo de batalla legal sigue activo en dos lugares distintos. Por un lado, avanza la causa civil donde se discute el régimen de visitas y la cuota alimentaria de Francisco. Las exigencias de Yañez son concretas: el alquiler de un departamento con amenities y servicio doméstico hasta la mayoría de edad de su hijo, además de una cuota que, según el entorno del expresidente, alcanzaría los 6.000 dólares mensuales.
Frente a esta cifra, Alberto Fernández puso sobre la mesa de negociación su jubilación como ex presidente para cubrir los gastos de manutención. Allegados a Yañez aseguran que ella "está dispuesta a quedarse si acuerda alimentos para el hijo y una vivienda alquilada por un período de tiempo medianamente largo".
En paralelo, el expediente por violencia de género está a un paso del juicio oral. Recientemente, la Cámara de Casación dio un golpe de timón al apartar al juez Julián Ercolini del caso, tras un pedido de la defensa de Fernández. Si bien los jueces Guillermo Yacobucci, Alejandro Slokar y Ángela Ledesma validaron todo lo acordado por el magistrado, ordenaron un nuevo sorteo que designó a Daniel Rafecas como su reemplazante.
TC/MU