Sin estridencias, Fernán Quirós comenzó a participar de charlas con jubilados en las comunas porteñas. Sin cámaras ni fotos Jorge Macri ya acumuló, en lo que va del año, 14 reuniones con vecinos en distintos barrios. Sin estructura, y con su flamante libro El día que ir a la escuela fue noticia, Soledad Acuña incrementó su presencia política en territorio porteño.
Los tres forman hoy parte del núcleo de ministros más importantes que tiene Horacio Rodríguez Larreta y quienes, en todas las mediciones que atesora el secretario de Comunicación, Federico Di Benedetto, son los más reconocidos.
En el caso de Quirós la pandemia lo colocó en un lugar de privilegio –en cuanto a imagen– y sus niveles de conocimiento crecieron exponencialmente. En el caso del ministro de Gobierno porteño en el último pool de sondeos hubo sorpresa no solo por el nivel de conocimiento sino por la imagen que cosechó, en poco tiempo (asumió en diciembre del año pasado) entre los porteños.
De todos modos, Jorge Macri continúa con el esquema de charlas que inició su primo Mauricio, y que continuó Larreta, en 2008. Ya estuvo en Palermo, Balvanera, Villa Real, Retiro y Nuñez. También tuvo reuniones con dirigentes porteños y continúa con la política de sumarse a las agendas de distintos ministros. Por caso, estuvo con la de Espacio Público, Clara Muzzio, visitando una de las 27 ferias que organiza la Ciudad a precios accesibles.
En términos políticos está todo dado para que se siente en una de las cabeceras de la mesa política de la campaña Larreta 2023. Hace diez días compartió con Diego Santilli una cumbre con un nutrido grupo de dirigentes cercanos al jefe de Gobierno. Duró tres horas. La senadora Guadalupe Tagliaferri se trenzó con el diputado Álvaro González en una discusión pequeña que aburrió. Pero para el ministro de Gobierno porteño fue importante: si Santilli empieza a dedicar más tiempo al territorio bonaerense será uno de los que tome el comando de esa mesa.
Por su lado, hace un par de meses Quirós dejó de lado, parcialmente, la pandemia y comenzó a hablar del “bienestar general” de los porteños. El ministro de Salud no quiere dar ninguna definición aún sobre su futuro. Guarda sus opciones. Pero sabe que ser candidato en la Ciudad es una de ellas así como ser quien organice el sistema de salud nacional de cualquiera de los candidatos de Juntos por el Cambio. Por eso participa del armado de planes que diagraman las cuatro fundaciones de los partidos. Aunque tiene un norte claro: quiere, y está convencido, que Larreta sería el mejor presidente para el país. Y va a colaborar para ello.
Esto sobrevuela en los charlas que comenzó a tener con jubilados y vecinos que le organiza la secretaria de Bienestar, Milagros Maylin. También con los comuneros del PRO.
Paralelamente, la ministra de Educación porteña aprovechó la publicación de su libro para mostrarse, a solas, con el ex presidente en sus oficinas, pero además se transformó en una de las diez voceras de gestión y de política del larretismo. Ya sea para confrontar con el FdT o con Javier Milei, Acuña avanzará en su exposición pública.
Con 25 años al lado del jefe de Gobierno, podría ser otra alternativa para el 2023 para cualquiera de las opciones que se puedan abrir para el larretismo.