Adrián Paenza aceptó la propuesta de continuar en 2016 con su programa Científicos Industria Argentina por la Televisión Pública. Fue una gran noticia para quienes pensamos que la tele puede ser entretenida y a la vez de calidad.
Hoy el conductor inauguró el ciclo con un alegato político de carácter opositor. Está en su derecho. Aunque no hay registros de que alguien hubiera superado un episodio similar durante el gobierno que él manifiesta admirar -vale la pena recordar que Juan Miceli sufrió censura por “el delito de preguntar”-, Paenza no necesita aclarar nada. La televisión pública no es más un medio de propaganda del gobierno, la TPA es de todos los argentinos.
Paenza pareció confundido al iniciar la nueva etapa de su programa. Sin que nadie se lo preguntara, necesitó explicar que lo hacía más cómodo con el gobierno anterior. Pero, como bien lo señaló su propio productor, Claudio Martínez, nada tiene que ver eso con hacer un ciclo en un medio público. La admiración de Paenza por Cristina Kirchner no era tema de debate en Científicos Industria Argentina. Nadie le pidió que bajara sus convicciones o creencias a la hora de firmar su contrato. La melancolía también es un derecho inalienable.
Lo hemos dicho y lo diremos hasta que se entienda: nosotros no palpamos de ideología para trabajar en los medios públicos. Somos locatarios del poder, no sus dueños.
Hay que acostumbrarse a vivir en la diferencia. Muchas de las peores tragedias de la humanidad comenzaron por la pretensión de que todas las personas pensaran igual.
La democracia es pluralismo.
Esté en calma doctor Paenza. La audiencia de la televisión pública espera que éste sea, como los anteriores, un gran año para “Científicos Industria Argentina”.
(*) Secretario de Medios Públicos.