Se trata de un negocio de más de 50 millones de dólares que lanzó el ex presidente Néstor Kirchner en el marco del Plan de Radarización y que la ministra de Defensa, Nilda Garré, sigue al pie de la letra.
El principal interesado en que el proceso de licitación culmine es el millonario Carlos Sergi, presidente de la empresa Trakttel SA y uno de los directivos más importantes que tenía la filial local de la multinacional alemana Siemens en la época del menemismo, cuando se pagaron sobornos de unos 16 millones de dólares para quedarse con la licitación de los DNI y la informatización de los pasos fronterizos. Ahora el empresario, al que en su momento Elisa Carrió vinculó con el tráfico de armas, podría quedarse con el negocio de los radares.
“Sergi es una persona central en todas las contrataciones de aquella época y está imputado en la causa por los DNI”, aseguró a Perfil una fuente judicial que conoce la causa Siemens desde su génesis y que tiene acceso diario al despacho del juez federal Ariel Lijo. Eso no es todo, la misma voz agregó que Trakttel “es una de las empresas observadas” en el marco de la investigaciónHasta el 2001, Sergi integró el directorio de Siemens y estaba bajo el ala derecha del presidente del directorio: Uriel Jonathan Sharef, el ex ejecutivo que ahora es investigado por la Justicia alemana por haber pagado coimas por 4,7 millones de dólares a fines de 2003 en la Argentina. Durante su gira preelectoral, Cristina Fernández de Kirchner posó para fotografiarse junto a Sharef mientras visitaba una de las plantas que tiene Siemens en Alemania.
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