Una curiosa solicitada apareció el domingo en la página 11 del matutino tucumano La Gaceta, firmada por el empresario tucumano Rubén Urueña. Irónico, o no, este conocido organizador de espectáculos y bailes, le propone a “algún diputado influyente” el 50% del negocio si es que consigue burlar la ley provincial instaurada hace tres años, mediante la cual se obliga que todos los bailes a cerrar sus puertas a las 4 de la mañana.
El motivo de la solicitada cita un ejemplo ocurrido en las fiestas de fin de año. Allí personas cercanas al diputado kirchnerista Gerónimo Vargas Aignasse, alquilaron a la Caja Popular de Ahorros de Tucumán, los salones que administra en los predios del Hipódromo de esta provincia.
En esas fechas los bailes no respetaron la ley de tope horario sin que sufrieran ningún tipo de suspensión ni llamado de atención por parte de las autoridades del Instituto Provincial de Lucha contra el Alcoholismo (IPLA), que periódicamente suele establecer un estricto control en los espectáculos nocturnos.
