A la espera que la Justicia resuelva la cautelar presentada por la Secretaría de Industria y Comercio por cartelización para retrotraer los aumentos de las prepagas, desde el sector de la salud justifican que continúan atrasados respecto a la inflación y corren riesgo de cerrar, mientras que el oficialismo insiste en que hubo acuerdos entre las empresas y que se les “fue la mano” con los aumentos, mientras la cuota para un asalariado formal pasó de representar el 18% de su salario a más del 30%.
La cuestión es que por el lado del oficialismo, el aumento de la medicina prepaga entorpece la desaceleración del IPC, en medio del reacomodamiento de precios relativos y atento a la persistencia de la inflación en el corto plazo en medio de la crisis económica; además de los cuestionamientos que provocaron estas subas que toca a las clases medias.
Leonardo Anzalone, economista y director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), comentó a PERFIL: “es muy sano el acomodamiento de los precios relativos, pero libertad de mercado no es hacer lo que quieras. Las seis empresas más importantes concentran el 76% de los abonados a la medicina prepaga, eso no es libertad, es aprovecharse de una situación”.
Por el lado del sector de la salud, justifican que venían atrasados respecto a la inflación y que a pesar de los aumentos de los últimos meses, aún tienen margen que recuperar.
Entre diciembre 2019 y noviembre 2023, mientras la inflación general acumuló 890%, las prepagas aumentaron 588%.
Con los aumentos de los últimos meses “se permitió una recomposición parcial de lo perdido en los últimos años, recortando la pérdida en términos reales del 30% al orden del 10%”, destacó el economista y director de la consultora Invecq, Esteban Domecq.
A su vez, las empresas sostienen que durante los últimos años los insumos que utilizan aumentaron más que sus cuotas. En cuanto a este punto, “las cuotas de las prepagas subieron 1.073% entre 2018 y 2023; el salario promedio del sector subió 1.400%, el Programa Médico Obligatorio (PMO) subió 1.450% y los medicamentos subieron 3.205%”, expresó Domecq.
Sin embargo, un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), mostró que si se tiene en cuenta el período de tiempo desde el 2013 las prepagas le ganaron a la inflación y en tercer lugar quedaron los salarios. “La que mayor incremento tuvo fue el plan de salud prepago, con un incremento del 28.105%, seguido por el IPC con un incremento del 17.866% y por el salario promedio con un aumento del 10.523%”, destacó el estudio.
Pero en los últimos cuatro meses, avalados por el mega DNU que desregula los servicios del sector, las medicinas prepagas llevaron aumentos en torno al 128,9% en los últimos cuatro meses y la inflación acumuló 90% desde diciembre. Estos aumentos desde diciembre llevaron a que, según estimaciones de Iaraf, la cuota de medicina prepaga pasara de insumir el 18% del salario formal promedio en diciembre de 2023 a un 30% en abril de 2024. En el año 2013 el gasto en este plan de medicina prepaga correspondía al 11% del salario formal promedio.
Desde el Gobierno sostienen que estas subas se dieron de manera coordinada, y por eso iniciaron la demanda de cartelización, que está penada. En el informe de marzo del IPC del Indec, hubo una paridad en los aumentos del rubro en las distintas regiones del país.
Por último, Anzalone destaca otro punto importante: “la gravedad es que las prepagas tienen una demanda inelástica, más inelástica cuanto más edad tiene el cliente. Los adultos mayores no pueden pasarse a otra”.
