Una inusual protesta gremial afectará el funcionamiento de los trenes el próximo 30 de mayo como forma de reclamo para un aumento salarial que permita a los ferroviarios "empatar la inflación", mientras se mantiene la posibilidad de un paro nacional para el 4 de junio próximo.
El secretario general del gremio La Fraternidad, Omar Maturano, anunció que el jueves que viene se llevará a cabo una medida de fuerza "preventiva" para presionar por mejoras salariales, presupuestarias y de equipamiento. Pero en lugar de un paro nacional por 24 horas, se implementará una novedosa modalidad de protesta, reduciendo la velocidad de los trenes a no más de 30 kilómetros por hora.
En un comunicado, Maturano afirmó que la solicitud no se trata de un aumento salarial per se sino de recuperar el poder adquisitivo frente a la inflación, que en abril sumó otro 8% según el relevamiento del INDEC. Asimismo, señaló recortes presupuestarios en torno al 59% y la escasez de insumos como problemas adicionales.
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"No hay una inversión ni una política para el modo ferroviario. Nosotros trabajamos sin insumos, atando algunas veces con alambre algunos objetos y así salimos con los trenes. Y yo le pondría un sinónimo, que estamos trabajando con bajas condiciones de seguridad", señala el texto.
La Fraternidad advirtió que si no se recibe una propuesta salarial adecuada para compensar la pérdida del poder adquisitivo, se llevará a cabo un paro total de actividades por 24 horas el 4 de junio, que abarcará trenes del Área Metropolitana de Buenos Aires y los de larga distancia.
Paralelamente, destacaron que no se cerraron paritarias "debido a la diferencia existente entre los porcentajes de la recomposición salarial propuesta con respecto a la inflación".
Críticas a la privatización de los trenes
Después del comunicado, Marturano habló con los medios sobre la medida de fuerza de fuerte impronta política, y deslizó una crítica al gobierno de Javier Milei y su plan de privatizaciones. Sobre esa posibilidad, el sindicalista diferenció entre privatización y concesión, enfatizando que la segunda no implica la "venta de la soberanía nacional ni de las tierras", sino la prestación del servicio bajo regulación estatal.
"¿A cuánto estamos de una nueva privatización? Bueno, eso de privatización y concesión son dos palabras diferentes. La privatización es directamente vender, vender el suelo ferroviario, vender la infraestructura, vender las formaciones, y eso ya, el que compra eso, no lo compra por el ferrocarril o por la empresa para el servicio, sino lo compra para negocio inmobiliario, eso está clarito", subrayó el dirigente sindical en declaraciones televisivas.
"La concesión es otra cosa porque no vende la soberanía, no vende las tierras, y únicamente tenés que dar el servicio que te debe imponer un órgano regulador y debe depender del Estado Nacional, dar concesión, publicitaciones y todo eso", cerró.
La nueva medida de fuerza anunciada por el gremio de ferroviarios ocurrió semanas después de que descarrilara un tren de la línea San Martín cerca de la estación Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, que se dirigía hacia la localidad bonaerense de Pilar, que puso bajo el escrutinio el funcionamiento de los trenes durante el ajuste implementado por el gobierno nacional.
En un hecho que permanece bajo investigación por una posible negligencia de los señaleros, más de 60 personas debieron recibir atención médica y cerca de 35 fueron trasladados a hospitales, pero afortunadamente no hubo ningún fallecimiento.
cd
