POLITICA
el caso de coimas en el juzgado

Una maniobra con la policía complica aún más a Oyarbide en el escándalo

Retuvo la causa por lavado durante siete meses. Una resolución indica que debería haberse apartado tras las medidas de urgencia, pero se mantuvo a cargo del expediente.

Movimientos. La Cámara Federal le abrió un sumario. También a su mano derecha. El juez no procedió como indica un reglamento.
| Cedoc

¿El juez federal Norberto Oyarbide se quedó con una causa que no le correspondía? El expediente que terminó en un escándalo de coimas en nombre del magistrado está plagado de sospechas que van más allá de los policías denunciados por pedir el supuesto soborno de 2,5 millones de pesos.

La causa tuvo un curioso origen: se inició por un llamado anónimo recibido por la División de Investigaciones Federales de Organizaciones Criminales (Difoc) de la Policía Federal. La misma brigada acusada de intento de soborno recibió la denuncia por presunto lavado de dinero mientras se encontraba de turno con el juzgado de Oyarbide. La Difoc hizo tareas de inteligencia, intervino teléfonos y luego las derivó al juzgado, donde el secretario Carlos Leiva continuó con la investigación.

La Cámara Federal abrió un sumario para evaluar “la responsabilidad de funcionarios judiciales” en la causa, como contó ayer PERFIL.

El 3 de mayo de 2013 era el segundo día del turno de la Policía con el juzgado de Oyarbide. Fue la fecha en la que ingresó la denuncia anónima. Una resolución judicial establece qué debe hacer un juez en estos casos, es decir, cuando recibe un anónimo a través de la policía. Oyarbide no oyó esas reglas.

Según la acordada 37/12 de la Cámara Federal, el juez debería haber realizado las medidas de urgencia y luego debería haberse desprendido de la causa. Para eso, debería haber enviado la causa a sorteo en la Cámara para que sea investigada por otro juez. Pasaron más de siete meses, y el juzgado de Oyarbide seguía investigando el supuesto caso de lavado.

‘Forum shoppiado’. Cuando los juzgados federales están de turno con las Fuerzas de Seguridad, reciben las denuncias por delitos federales que ingresan a través de las fuerzas. Los turnos son programados. Eso trajo una práctica conocida como “forum shopping”. Si alguien quería que su denuncia fuera investigada por determinado juez, la presentaba ante la policía durante el turno de ese juzgado. También sucedía con los comisarios que querían que ciertos casos fueron investigados por ciertos jueces. Debido a reiterados escándalos en la Justicia, se resolvió frenar este mecanismo.

Desde dicha acordada las reglas fueron claras. Durante los turnos, si reciben una denuncia anónima desde la policía, los jueces intervienen en lo urgente. Luego se desprenden de la causa y la envían a sorteo para que la instruya otro juez.

La acordada es explícita: el juzgado de turno con fuerzas de seguridad “intervendrá ante la eventualidad de que correspondan practicar medidas que no admitan dilación o cuya demora pueda perturbar el trámite de las actuaciones o influir desfavorablemente en la instrucción de la causa, perjudicar a las partes o incidir en la libertad de las personas o se trate de aquellas cuyo cumplimiento posterior fuera imposible”. Por ejemplo, el secuestro de una persona o la comisión de un delito en el momento de la denuncia.

La abogada del policía

El subcomisario  Fabio Ascona, imputado en la causa por el presunto pedido de coima en nombre de Oyarbide y su secretario, será defendido por Valeria Corbacho, una ex abogada de la Policía Federal.
Corbacho es conocida por representar al espía Ciro James en la causa por las supuestas escuchas ilegales Mauricio Macri. Además, fue una de las defensoras del ex presidente Fernández de la Rúa en el juicio por coimas en el Senado. Fue absuelto en diciembre.
Corbacho suele defender a policías en problemas. Pertenecía a Jurídicos de la Federal pero se independizó y ahora toma casos a pedido de la Fuerza o por  motus propio. PERFIL intentó comunicarse con ella, pero no obtuvo respuesta.