Una de las obras de la empresa ítalo-argentina Techint y de sus socias brasileras volvió a quedar en la mira esta semana por presuntas coimas en Brasil, que involucrarían al presidente de ese país, Michel Temer. La usina nuclear Angra 3, ubicada en Angra dos Reis, Río de Janeiro, es blanco de investigaciones tanto en el país vecino como en el juzgado federal de Sebastián Ramos, en los tribunales de Retiro. Ejecutivos de tres de las constructoras asociadas con la empresa de los Rocca en esta obra ya reconocieron haber pagado sobornos para obtener los contratos y apuntaron siempre al Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB). Sin embargo, Techint niega participación en los pagos.
Las revelaciones de esta semana vuelven a demostrar que otro contratista en la usina habría pagado coimas. El diario O Globo contó que el doleiro Lucio Funaro, un operador financiero del partido de Temer, declaró como arrepentido que el mandatario “siempre supo de los pagos de coimas” a políticos y funcionarios y que él mismo se beneficio del esquema de corrupción en una obra en particular: la usina Angra 3.
La obra fue encargada por la empresa estatal Eletrobras Eletronuclear y pertenece al Centro Nuclear Almirante Alvaro Alberto. En este proyecto participaron la mayoría de las constructoras que integraban el cartel de la obra pública en Brasil. Techint se alió con EBE y Queiroz Galvao y armaron el consorcio. Mientras que Camargo Correa, Andrade Gutiérrez, UTC y Odebrecht formaron otro. Finalmente, los dos consorcios se unieron y trabajaron en conjunto.
Las licitaciones de la usina se realizaron entre 2012 y 2013 y se adjudicaron en 2014. Temer competía como vicepresidente de Dilma Rousseff. De acuerdo a los documentos de la causa Lava Jato, los sobornos por esta obra alcanzaron unos US$ 10 millones. Equivalen al 1% de los contratos, que alcanzaron los US$ mil millones. PERFIL ya publicó que las coimas se habrían destinado al PMDB, espacio político del actual presidente y a funcionarios de la empresa estatal que entregó la licitación, Eletrobras Eletronuclear. Así lo declaró el empresario Dalton Avancini, entonces presidente de Camargo Correa, una de las socias de Techint en la obra. Sin embargo, el testimonio de Funaro es el primero que vincula las coimas directamente a Temer.
Funaro habría revelado los pagos de otra contratista en las obras de la usina: la empresa AF Consult. La firma subcontrató a dos empresas brasileñas, la empresa Engevix y la AF Brasil, que tiene como socio el Argeplan, vinculada a Temer. Así se habrían canalizado las coimas. El dato habla de una ruta de dinero que abre un nuevo panorama para la investigación en Argentina.
Hasta ahora, se sabía que las constructoras, incluida Techint, hicieron pagos a una compañía del entonces funcionario brasileño Othon Luiz Pinheiro da Silva, presidente de la estatal Eletrobras Eletronuclear y quien adjudicó las obras en una usina. Techint pagó al menos 171.496 reales (unos US$ 57.165) a Aratec entre 2009 y 2013. La empresa sostuvo que los pagos fueron por “trabajos de traducción”. Los Rocca niegan cualquier participación en el pago de sobornos, que sí admitieron ejecutivos de tres de sus socias en el proyecto: Andrade Gutiérrez, Camargo Correa y UTC.