El ministro de Seguridad bonaerense, Carlos Stornelli, advirtió ayer sobre la muerte de la familia Pomar que "no habría ninguna duda de que se trató de un accidente de tránsito común" y rechazó cuestionamientos a la eficacia de los rastrillajes que se habían hecho hasta ahora. Sin querer contestar cuántas veces se había recorrido la zona donde se hallaron los cuerpos, Stornelli advirtió que "si uno no está parado al lado, los cadáveres no se ven" y el auto tampoco.
"El auto es difícil verlo desde la ruta, desde adentro y también desde el aire -dijo Stornelli-. No hubo fallas en el rastrillaje porque el rastrillaje los encontró". Stornelli advirtió que "no se sabía lo que se buscaba" y que el auto "no está al costado de la ruta", sino que "está tapado con vegetación tupida que no permitía ver" fácilmente el escenario. El funcionario señaló que la Justicia tendrá que determinar "cómo se rastrilló" la zona. Y cuando una vez más le preguntaron si no había habido errores en la búsqueda, Stornelli respondió: "Con el diario del lunes, es fácil (hablar). Cuando uno sabe dónde mirar, uno lo ve".
Según se explicó, el auto "se despistó, pegó en dos alcantarillas y en el segundo golpe se desprendió el parabrisas y varios de los artículos de la carrocería del vehiculo. Los cuerpos salieron despedidos. Uno de los cuerpos se encontró a 41 metros del vehículo. El auto quedó ruedas para arriba y bajo la copa de un árbol". Si los cuerpos salieron prácticamente volando del vehículo, entonces no habría tenido puestos los cinturones de seguridad.
Fuente: DYN