POLITICA
el rearmado en provincia

Vidal intentará plantarse como la líder de la futura oposición bonaerense unida

Tras la derrota, buscará retener bajo su control a todos los municipios que ganó el macrismo, la mayoría en el Senado y el tercio en Diputados. Del descanso a la “rosca”.

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Rosada. La gobernadora se encontró el jueves, a solas, con Macri, quien le preguntó cómo seguiría ocupándose de la Provincia. | NA

Cantó “Vamos a volver” mientras saltaba con todo su gabinete en la sala 2 del vip del búnker de Costa Salguero. Saludó y agradeció, uno por uno, a todo su equipo. Les dijo que esto “recién empieza” y se ocupó de dejar en claro que no abandonará ni la política ni la Provincia.

Tras la derrota electoral, María Eugenia Vidal se puso una meta a futuro: hacer todo lo posible para mantener la unidad –incluso sobre el liderazgo– del espacio opositor bonaerense.  Aunque en el plano personal se siente liberada y cree que es el momento de disfrutar de su vida privada –hay viajes y salidas con amigas, y tiempo con sus hijos–, la gobernadora le escribió, uno por uno, a los 62 intendentes reelectos por Juntos por el Cambio (perdió seis) para sostener un vínculo de línea directa.

Es que Vidal buscará retener a todos los municipios ganados – y también hacer valer su 38%– para ser la oposición más fuerte a Axel Kicillof. Con la mayoría en el Senado provincial (26 de 46) y en Diputados de PBA un tercio (32 de 92), ya tiene lo suficiente para obligar a negociar las leyes más importantes. Aunque las heridas de la elección ya llevaron a una batalla PRO por presidir el bloque.

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“Hoy es un tiempo de responsabilidad, no estamos en Disney. Hay mucha gente que la está pasando mal”, resume Vidal en su intimidad.

En el nuevo armado político el intendente Jorge Macri ya se erige como una pieza fuerte: fue quien organizó el foro de intendentes el jueves y quien busca hacer valer que fue el más votado del Conurbano (62%). Pero tendrá un contrapeso: el también reelecto intendente de Lanús, Néstor Grindetti, uno de los más cercanos a Vidal, y quien dio vuelta 20 puntos para lograr seguir al frente del municipio.

Vidal tendrá que dedicar parte de su tiempo a la “rosca política”. Federico Salvai, su mano derecha, se tomará un tiempo alejado y armará su estudio jurídico. Ya no podrá delegar.

El embate que provino de la Jefatura de Gabinete sobre su presunta responsabilidad en el resultado que impidió llegar al ballottage fue uno de los temas que sobrevoló. El filósofo Iván Petrella se “sorprendió” en Twitter: “Tremendo dato tira (Carlos) Pagni, de los 2 millones de votos que separaron a AF de MM, 1,6 vienen del Conurbano”. La chicana provenía desde el primer piso de la Casa Rosada y se expandió a la planta baja también. “Falta un montón para 2021. La energía es una sola, y no me voy a enganchar en chicanas”, se limitó a comentar Vidal ante sus asesores. Pero los datos respondieron: le sumó más de 700 mil votos a la categoría presidencial y sacó casi la misma cantidad de los que ganó en 2015. Es decir, la diferencia fue la unidad del PJ.

El jueves por la tarde se reunió con Mauricio Macri en Casa Rosada. “¿Cómo pensás ocuparte de la Provincia?”, quiso saber él. Vidal ya tenía el esquema de poder en su mente: una mesa del PRO y otra más amplia con los aliados radicales, de la CC y del PJ residual. Fue lo mismo que había transmitido Jorge Macri el lunes al jefe de Estado. Por un tema de agendas, Vidal lo vio a solas tres días después. Picardías políticas: la agenda presidencial está en manos de Marcos Peña. La gobernadora ya ni se ocupa, como sí hizo durante tres años y medio, de suavizar su pésima relación con él.