POLITICA
la situacion de la policia

Vidal sostiene al jefe policial pese a la presión de Elisa Carrió

Difundió documentos a favor de Pablo Bressi, a quien la diputada había vinculado con el narcotráfico.

ACUSADORA. Carrió le envió una carta a Vidal.
| Cedoc

“No se va. Salvo que le empiecen a llover las causas, que hoy no tiene (el jefe de la Bonaerense, Pablo) Bressi va a seguir”. Uno de los funcionarios de mayor confianza de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, es claro: aunque Elisa Carrió vinculara al jefe de la Bonaerense al narcotráfico, no está previsto removerlo de su cargo.
La conclusión del equipo de Vidal llegó luego de analizar la escasa  documentación presentada por Lilita y tras revisar las auditorías que realizó el área de Asuntos Internos de la Bonaerense.

Enojado, uno de los funcionarios de la Provincia apuntó a PERFIL: “El informe de Lilita en el último párrafo dice que no tiene ninguna causa, que judicialmente no hay nada”.

“A Bressi lo dimos vuelta de arriba para abajo y no encontramos nada. Si Carrió tiene algo que lo traiga”, cuentan en el Ministerio de Seguridad. El titular de la cartera, Cristian Ritondo, eligió el silencio. Fue él quien se encargó de investigar a Bressi y quien más lo defendió. Argumentó en su momento que había sido recomendado por la DEA, la agencia antidrogas de los Estados Unidos. La diputada nunca habló con el ministro sobre esas denuncias.

¿Por qué lo hizo Carrió? En el PRO lo atribuyen a un tema electoral: en la mesa chica que encabeza Mauricio Macri creen que Lilita debería ser candidata en 2017 por la Ciudad y no en la Provincia como ella pretende. Reducen la denuncia a una diferencia política.

El jueves la gobernadora llamó a Lilita. Fue tras las amenazas que la chaqueña recibió vía correo electrónico. Le ofreció custodia pero ella respondió que varios agentes de la Metropolitana la siguen a sol y sombra hace tiempo. Pragmática, la gobernadora quiso bajar la tensión. No acordaron reunirse. Pero Vidal salió a decir que ella “compartía la lucha contra las mafias” con Lilita. Hizo equilibrio.

De todas formas, a modo de defensa, en la Gobernación aseguraron que hubo varias falacias en las acusaciones que se le realizaron a Bressi. Una de ellas: que haya trabajado en la DDI de Morón; que haya estado a cargo del área de narcotráfico cuando en 2012 cayó “Mameluco” Villalba, el delincuente a quien Carrió vinculó con Bressi. Es más: afirman que siendo el hombre encargado de la lucha contra los narcos fue quien encarceló a la mujer y al hijo de Mameluco.

Otro dato que corroboró Asuntos Internos: a pesar de lo que había expresado la abogada del Frente Renovador, Florencia Arietto, según consta en un escrito enviado por la Justicia, Bressi no participó de la masacre de Ramallo (ver aparte).

En el Ministerio de Seguridad existe un sistema por el cual cada denuncia contra un jefe policial es automáticamente investigada: se llama a los testigos y se averigua su verosimilitud.

De todas maneras, en el seno del macrismo hay quienes creen que desde que llegó como jefe de la Bonaerense Bressi no jugó ninguna carta política, lo que le complicó el trabajo con algunos comisarios de las policías locales y los encargados de seguridad de varios municipios. Ahora deberá reforzar los vínculos.

El miércoles por la tarde, en el piso 19 del Banco Provincia, Vidal y sus asesores más íntimos releyeron un par de veces la carta que Carrió subió al Facebook. Ensayaron respuestas. Se comunicaron con Guillermo Berra, el director de Asuntos Internos, para corroborar presuntas falacias. Y prefirieron no enfrentarla. Lo ideal, acordaron, era bajarle el tono al tema. Por ahora.