La gobernadora de la provincia, María Eugenia Vidal, realizó un viaje relámpago este fin de semana para mantener una audiencia privada en Roma con el Papa Francisco. Se encontró el sábado, en la residencia de la Casa de Santa Marta, en Italia, y volvió al día siguiente al país.
El Sumo Pontífice acostumbra recibir a los candidatos para las elecciones, aunque esta vez Vidal no será una candidata. Pero será una pieza fundamental para la campaña.
En declaraciones a radio Mitre, la dirigente de Cambiemos negó que se tratara de una reunión de carácter político: "Lo conozco desde hace varios años y no quiero, ni quise nunca, que vínculo con él sea interpretado por la política".Y agregó que la audiencia tuvo el carácter privado, que había sido acordada desde hace bastante tiempo.
"Quise respetar el vínculo que tenernos, dejarla así, en carácter de privada, no tiene que ver con la política, ni con la Provincia, ni con la Nación", precisó la funcionaria. Por otro lado, desde fuentes eclesiasticas dijeron lo contrario a DyN, y aseguraron que dialogaron sobre la "situación social en el conurbano".
Lo cierto es que el contexto educativo en la provincia en el que viajó la gobernadora es desalentador: en medio de los conflictos por la paritaria docente y con el comienzo de clases en vilo a raíz del paro anunciado para el 6 y 7 de marzo.
Ayer, inauguró el final de obra de la repotenciación Eléctrica de la Central "9 de Julio" en Mar del Plata donde sostuvo que "estamos mostrando una obra que se prometió ocho veces en los últimos quince años".
