Fue una jornada conmovedora en el Congreso de la Nación al recordar a Alberto Nisman, el fallecido fiscal que investigaba la causa AMIA. Después del discurso de su exesposa, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien reclamó que el caso se eleve a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, una de las alocuciones más conmovedoras fue la de Beatriz Sarlo, quien sostuvo que la muerte del funcionario judicial "va a ser el acontecimiento de nuestras vidas" para muchos argentinos.
"La muerte de ese fiscal, como la muerte de aquel colaborador de Lisandro de la Torre, nos marca para siempre. Va a ser el acontecimiento de nuestras vidas y es posible que también lo sea de gente mucho más joven que nosotros", afirmó la ensayista.
La escritora estuvo presente en la movilización convocada para el 19 de enero, un día después de que se conociera la muerte de Nisman. Sobre ese hecho, sostuvo: "El gran interrogante, el que pude percibir en la primera marcha, la del día del descubrimiento del fiscal muerto, es si alguna vez sabremos algo".
"Vi mucha tristeza en el entierro de Perón, vi mucha tristeza en la fila que esperaba a las puertas de este Congreso en el velatorio de Alfonsín, vi mucha tristeza el día de la muerte de Néstor en Plaza de Mayo. Pero lo que vi el otro día, no fue tristeza, además había algo de otro orden. Ví gente que no sabe si las fuerzas desatadas, alguna vez podrán ser dominadas", describió.
"En la marcha, la gente me lloraba en el hombro y se lloraba mutuamente en el hombro. Eso no me paso ni en el entierro de Perón ni de Néstor Kirchner", contó la autora.
Para Sarlo, la muerte de Nisman "es unir un crimen irredento con otro crimen que se anunciaba como imposible de resolver".
"Ya la gente que se abrazaba en la plaza veía ese crimen, o esa muerte, o ese suicidio, o lo que fuere, como el comienzo de otros veinte años sin resolución”, concluyó.