Durante su encendido discurso que en la inauguración de la Expo Industria en Berazategui el jueves, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner confundió la sirena de los bomberos con la de una fábrica. El error hubiera pasado desapercibido, si la mandataria no se hubiera detenido a celebrar la supuesta reactivación productiva en el municipio de Juan Mussi.
"De repente algunos a los que no les importó durante los años '90, cuando se desnacionalizaba nuestra empresa energética, hoy se han puesto muy quisquillosos", señaló la mandataria, en una directa alusión al acuerdo que ese día se votaba en Neuquén, en torno a la explotación del yacimiento Vaca Muerta, entre YPF y Chevron.
Inmediatamente, algo la interrumpió. "¡Qué hermoso escuchar las sirenas de las fábricas! Estamos en Berazategui, estamos en el presente. ¡Es cambio de turno, muchachos!", exclamó, sin darse cuenta de que, en realidad, se trataba de la sirena de los bomberos voluntarios de Berazategui.
Fernández de Kirchner continuó con su romántico discurso: ”Mirá qué diferencia... Suena una sirena y no me pongo nerviosa". "Cuando tenía 25 o 27 años, sonaba una sirena y me escondía debajo de la cama", rememoró. "Mirá qué diferencia que tenemos en la Argentina hoy: suena una sirena y sabemos que es la de una fábrica", insistió.