Los discursos de Mauricio Macri ante el Congreso no suelen movilizar grandes multitudes hacia las calles. Desde su primera inauguración de sesiones, en 2016, el presidente se encontró con calles relativamente vacías en comparación con la militancia que solía acompañar las alocuciones de Cristina Fernández de Kichner.
El evento de este jueves no fue la excepción. A la ida, cuando partió desde Casa Rosada rumbo al Parlamento, el jefe de Estado fue recibido solo por algunos pocos militantes antiabortistas que protestaban en contra del proyecto de ley de despenalización de la interrupción del embarazo, que se debatirá este año.
La escena se repitió a la vuelta, una vez terminado el discurso de apertura de sesiones ordinarias. Esta vez, sin embargo, el líder de Cambiemos salió y saludó hacia la Plaza de los Dos Congresos, donde casi nadie lo esperaba.
La imagen de Macri -acompañado por la vicepresidenta Gabriela Michetti y por Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputados- saludando al vacío, se viralizó en las redes, sobre todo entre opositores al Gobierno.