La llegada de Vilma Ibarra al Poder Ejecutivo sorprendió sólo por un motivo: su distanciamiento y pelea con Cristina Fernández, a quien le dedicó un libro en 2015 sobre sus contradicciones. Pese al enfrentamiento, Alberto Fernández decidió ponerla a cargo de la Secretaría Legal y Técnica para que se encargue de cuidar su firma en cada decreto, proyecto y decisión. Por su cargo, hoy se encuentra al frente de los detalles de la idea que tuvo - o que al menos se le adjudica- su supuesta enemiga: la expropiación de Vicentin.
Según pudo saber PERFIL, el oficialismo tiene previsto que esta semana ingrese al Senado el proyecto para la expropiación de la cerealera Vicentín. Una medida que fue anuncia por Alberto Fernández en conferencia de prensa y que sorprendió a propios y ajenos. Ni siquiera el ministro de Agricultura, Luis Basterra, estaba al tanto de la iniciativa, según confirmó el propio funcionario. Si bien fue presentado como una idea de la senadora camporista Anabel Fernández Sagasti, todas las miradas están puestas en la vicepresidenta como principal responsable.
A pesar de las críticas y repudios de la oposición y los sectores empresariales, el Frente de Todos confía en que el texto que estará terminando antes del fin de semana. Paradójicamente, quien se encuentra a cargo de los últimos detalles del proyecto es Ibarra. Pese a sus diferencias con Fernández de Kirchner, deberá ponerle punto y coma al proyecto pensado por su propia rival.
Coincidencias sobre la idea de que las cooperativas gestionen Vicentin
La disputa. Todavía queda el recuerdo cuando Ibarra y Cristina compartían el Senado, en espacios enfrentados, pero aliadas. En 2010, se vieron por última vez cuando la entonces mandataria presentó la Ley de Matrimonio Igualitario que la propia Ibarra redactó e impulsó cuando era diputada nacional. Entonces la relación política estaba debilitada y para 2015 terminó de destruirse.
Ese año electoral, Vilma publicó el libro "Cristina versus Cristina", que contiene más de 500 citas de los discursos de la vicepresidenta, que la autora seleccionó y analizó para exponer sus contradicciones. Por la publicación recibió todo tipo de acusaciones del kirchnerismo, en particular, de "jugar" para el Grupo Clarín por visitar seguido los estudios de TN.
En ese entonces, en diálogo con Revista NOTICIAS, Ibarra explicó: "Venía acompañando el Gobierno de Néstor con mucho entusiasmo y el de Cristina tuvo más sombras". También aseguró que Cristina "no había cambiado", sino que solo "cambió el discurso". Y contó que Alberto Fernández, de quien se había separado recientemente tras más de diez años en pareja, "no leyó el libro antes de que fuera a edición".
El 2019 la encontró alejada de la política pero en el equipo de legales del holding que nuclea todos los negocios de Eurnekian. Sin embargo, no dudó a renunciar a su cargo en el sector privado para sumarse al equipo de Fernández desde el pasado 10 de diciembre. "Sos la mejor en esto", le habría dicho el Presidente. Desde entonces ocupa el cargo de secretaria Legal y Técnica y esta semana tendrá que terminar el proyecto de expropiación de Vicentin.
DR/FeL
