En épocas del kirchnerismo el tradicional Tedeum del 25 de mayo se hizo más veces en el interior que en la Catedral metropolitana, lugar elegido desde hace décadas por la autoridad Católica para los festejos. El constante conflicto entre el Gobierno y la Iglesia Católicao hizo que nadie se sorprenda cuando la presidenta Cristina Kirchner anunció a principios de abril que el Tedeum del Bicentenario se iba a realizar en la Basílica de Luján, a causa de una "señal divina". A pesar de esto, Bergoglio afirmó que las autoridades eclesiásticas harán la tradicional misa en la Capital.
Los principales partidos de la oposición anunciaron que dirán presente en la misa del parroco que más irrita al matrimonio presidencial. El jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, irá junto a los integrantes de su Gabinete; al igual que el jefe de diputados del PRO, Federico Pinedo, y su compañera de bancada, la ex vicejefa de Gobierno Gabriela Michetti, de buena sintonía con Bergoglio. Voceros de Francisco De Narváez anticiparon su presencia, al igual que el presidente del bloque de diputados de la UCR, Oscar Aguad. Por su lado, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, dijo que la catedral porteña "es el lugar donde debe celebrarse el Tedeum", según informó Clarín.
En los últimos días la cadena de mails que comenzó a circular para convocar a "todos" a participar del Tedeum del cardenal Bergoglio (...) para que esté sea "más grande que la manifestación del campo", y con la consigna "Basta de kaprichos y aprietes" , hizo que la Iglesia emitiera un comunicado en el cual explicó: "este arzobispado recuerda que se trata de un acto estrictamente religioso y ruega a quienes asistan situarse dentro de este espíritu".
Desencuentros. En 2004, un año después de que Néstor Kirchner asumiera la presidencia, el ex presidente debió soportar las críticas de Bergoglio durante el Tedeum. Por eso en 2005, el gobierno decidió llevar el Tedeum al interior, modalidad que continuó Cristina. Aquel año la homilía se ofreció en Santiago del Estero, a cargo del obispo Juan Carlos Maccarone, cercano a la Casa Rosada. Las críticas y la polémica hicieron que Kirchner vuelva a sentarse frente al cardenal porteño, que volvió a criticar al oficialismo.
En 2007, la administración central trasladó el Tedeum a Mendoza, donde la reflexión patria estuvo a cargo del obispo de San Rafael, Eduardo Taussig. Junto a Cristina estuvo el ahora vicepresidente Julio Cobos. El conflicto con los dirigentes rurales le impuso tensión a los festejos de 2008 y dos actos diferentes, ambos en el interior del país, que constituyó una pulseada por el poder. El primer aniversario de la Revolución de Mayo con Cristina a la cabeza del Ejecutivo fue celebrado por el oficialismo en Salta, mientras que los ruralistas optaron por la ciudad santafesina de Rosario.
Finalmente, el año pasado la primera mandataria y su gabinete escucharon la oración preparada por el obispo de Puerto Iguazú, Marcelo Martorell, confeso amigo del fallecido empresario telepostal Alfredo Yabrán y con un perfil más moderado que su antecesor, Joaquín Piña, quien en octubre de 2006 se convirtió en el primero en ganarle una elección al kirchnerismo.