A partir este domingo, Juan Carlos, rey emérito de España, deja de tener agenda oficial. Si bien abdicó hace cinco años –envuelto en varios escándalos personales– para dejarle la posición a su hijo Felipe VI, continuó asistiendo a las actividades dictadas por la corona. Sin embargo, a los 81 años decidió que era buen momento para dedicarse solo a su vida privada.
“Con una firme y meditada convicción, hoy te expreso mi voluntad y deseo de dar este paso y dejar de desarrollar actividades institucionales”, comienza la carta de despedida que le escribió a su hijo. Allí también afirma que, a pesar de no ser rey, continuó representando a la realeza española de la mejor manera posible con su agenda oficial. “Pero desde que cumplí 80 entendí que era buen momento para dar vuelta la página y retirarme definitivamente de la vida pública”, asegura en el escrito.
El rey Juan Carlos desaparece de la vida pública "harto de las humillaciones" de su entorno
Su última actividad como monarca se llevó a cabo el 17 de mayo, cuando entregó el Premio Órdenes Españolas 2019 al historiador Miguel Angel Ladero en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Los rumores de su decisión comenzaron a aparecer en los medios españoles en las últimas semanas, cuando a partir de ese día su agenda se vació por completo sin aviso o explicación previa.
Para finalizar, Juan Carlos dedicó unas palabras al pueblo español. “La inolvidable conmemoración del 40º Aniversario de la Constitución en las Cortes Generales, un acto solemne y lleno de emoción, me hizo evocar, con orgullo y admiración, el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la transición política”, señala. Y agrega: “Pude renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia ustedes, verdadero artífice y principales protagonistas de aquella trascendental etapa de nuestra historia reciente”.
Esto se tomó como un intento de reivindicarse con la sociedad, ya que la imagen del ex rey no es positiva en su país y a partir de hoy será “uno más de ellos”. Desde los escándalos por las fotos cazando elefantes en plena crisis económica hasta las acusaciones de corrupción por parte de una supuesta amante, las encuestas a su nombre comenzaron a dar negativas. Ese fue uno de los motivos por los cuales “apuró” su abdicación, y en esta última carta intentó transmitir un mensaje conciliador a los españoles.
CP