Visibilizarse. Esa fue –y será después del jueves pasado– la cuestión. Mujeres de todas las edades, mujeres trabajadoras, de distintos partidos o apartidarias; todas ellas enverdecidas de pañuelos, o con el violeta, los colores que ya son parte de una bandera que representa una condición: la igualdad de derechos. Y en ese universo también estuvieron ellas, las artistas y actrices, las mujeres políticas, aquellas quienes desde su rol público defienden los derechos del género.
“Fue emocionante”, dice Laura Azcurra. “Desde el primer momento, cuando me subí al subte, estaba lleno de mujeres, se respiraba toda la previa, como artista sensible que soy, para mí eso y la energía muy potente que hubo luego en la marcha no son cosas menores”, suelta la actriz, quien se sorprendió por la cantidad de mujeres de todas las edades que hubo. “Todas nos expresamos cantando, vestidas, desvestidas, con títeres, de todas las formas y de forma democrática –grafica Azcurra–. Cuando llegué a mi casa le hablé a mi hijo, que tiene 11 años, y le dije emocionada que estaba siendo parte de un hecho histórico”.
Agustina Kämpfer fue a la manifestación con Juan, su hijo. “Sentí que era una forma más de construir juntos un país mejor para él y para todos los que vienen. Las madres de los hombres del futuro tenemos una enorme responsabilidad en nuestras manos, la de criar varones con mente y corazón igualitarios, varones a los que pagarles menos a una mujer, faltarle el respeto en la calle o levantarle la mano les parezca imposible. Hay un nuevo modelo de sociedad abriéndose camino”, dice Kämpfer.
“¡Estoy emocionada por decir que soy contemporánea de esta era!”, cuenta exultante Nancy Dupláa, otra presente en el Congreso, quien también pone de manifiesto el papel de sus hijos. “Vivo todo esto en carne propia y a través de las generaciones mas jóvenes, que son un poco los que te despabilan de tus arraigadas creencias. Mi hija de 14 y mi hijo de 17, que me ayudan a ver la realidad con otros ojos, con más oxígeno, son parte también de esto. Desde ese lugar me pareció grandiosa la convocatoria”, agrega la actriz. Julieta Díaz estuvo junto a Dupláa en el Congreso por la mañana. “Yo no pude ir a la marcha pero estuve en el recinto apoyando el tema de la legalización del aborto. A la tarde me quedé con mi hija en casa porque les di el día libre a las mujeres que me ayudan, por el paro de mujeres”, explica Díaz.
La diputada nacional Mayra Mendoza dice que vivió la marcha como militante y feminista del peronismo. “Nosotros sentimos que los logros y luchas se dan en la calle y lo del jueves fue una evidencia, donde las mujeres tienen un alto nivel de conciencia de que no quieren seguir retrocediendo en sus derechos”, dice. Y agrega también en relación con las nuevas generaciones: “Las mujeres de hoy ya no están educando hijos de forma machista, hay una conciencia mayor que se visibiliza con este tipo de actos. Myriam Bregman es otra que estuvo presente y le impactó la nueva generación de mujeres que colmaron Avenida de Mayo. “Mucha mayoría de menores de 20 años nutrieron la marcha con su espontaneidad, llegando con sus grupos de amigas, de todas partes del Conurbano y, en varios casos, por primera vez”, apunta. “¡Ganamos en la conciencia de la sociedad! La marcha desbordó todas las expectativas”, dice en la misma línea Victoria Donda.
Futuro. “Tengo esperanzas”, se emociona Azcurra cuando se le pregunta qué cree que va a pasar después del 8M. “Deseo que esta marcha sirva para concientizar generaciones que vivieron siglos bajo mandatos donde se enpoderaba al patriarcado como más importante que la mujer”, agrega la actriz. “Marchamos por el aborto legal, seguro y gratuito. Porque queremos poder decidir sobre nuestros cuerpos. Marchamos por las que no están, las que no tienen voz, las victimas de femicidios. Y por los derechos de las que vienen. Muere en Argentina una mujer por día. Ganamos el 30% menos que los hombres por los mismos trabajos. Siguen saliendo a la luz los casos de abuso, acoso y maltrato. Y después hablan de ideas extremistas o tendencias afiebradas. ¡Que las mujeres estamos enojadas? ¡Ustedes creen que no tenemos razones suficientes para estarlo?”, reflexiona Julieta Ortega.
“¡En la marcha había muchísima gente joven que está creciendo con estos conceptos en la sangre!”, refiere Kämpfer al posible cambio. “Estoy segura de que los reclamos de hoy van a ser una realidad en el mañana. El voto femenino en algún momento fue un disparate, y al día de hoy la democracia nacional ya cuenta con dos mandatos presidenciales conducidos por una mujer. Lo mismo va a pasar con los derechos de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, con la calidad de vida de las mujeres trans, con el acoso callejero, el abuso sexual, las condiciones laborales y la descalificación en general: hoy son objetos de reclamo pero, gracias a este presente combativo, en el futuro van a ser terrenos conquistados para una sociedad verdaderamente justa y menos agresiva”, reflexiona.
Bregman confía en que este tipo de movimientos dificulten lo que ella llama las maniobras parlamentarias: “Esto se va y los proyectos de ley se pierdan en los pasillos del Congreso, donde actúan los lobbies de la jerarquía de la Iglesia Católica, que se benefician con el negocio del aborto clandestino. Esta movilización hace que se dificulten más todas las trabas”, dice la legisladora. Mendoza enfatiza en una cuestión: la presión social está dentro de la cámara. “El otro día conversaba con un diputado que me planteaba que en su casa tiene dos hijas y que si él llegaba a votar en contra de la ley del aborto lo echaban literalmente de su casa”, dice. El aborto legal es por definición uno de los temas principales. Dupláa confía en que salga lala ley. “Creo que el debate ya está dado. Se mueren cientos y cientos de mujeres por hacerse abortos clandestinos. Esto tiene una solución y es que salga la ley pareja para todos, así dejan de morirse mujeres”, explica. Donda concluye: “Después de cada movilización cambian las condiciones de vida. En cuanto a la política fue una muestra contundente de que hay leyes que tienen que salir, principalmente la interrupción voluntaria del embarazo”.