Y un día volvió a la vida pública. Charlene Wittstock volvió a ser vista luego de la muy comentada ausencia en la coronación del pasado 30 de abril de Guillermo y Máxima de Holanda. Aún así, la pareja, que vive con constantes rumores de crisis, volvió a demostrar que el amor sigue en pie. Para la ceremonia real, Alberto de Mónaco asistió solo ya que la ex nadadora se encontraba en la boda de su mejor amiga en Sudáfrica.
Esta vez se los vio juntos en la Gala de la Mujer del Año. La aparición de la mujer coincidió con algunas declaraciones hechas para la revista Sunday World que hablan incluso de la posibilidad de ser madre. ‘’Creo que necesitaba un poco de tiempo para instalarme y adaptarme. No me presiono con ser madre. Sucederá. Si sucede, sucede’’, dijo. Y agregó: “Ya estoy asentada y creo que los niños vendrán”.
Durante su viaje a Sudáfrica, la princesa, además de asistir a la boda de su mejor amiga, también estuvo muy pendiente de la evolución de la fundación benéfica que ha creado con una campaña: “Aprender a nadar’’ para evitar ahogamientos, segunda causa de muerte en el mundo.
Ausencia. La presencia de Alberto de Mónaco sin su mujer en la entronización de Máxima y Guillermo llamó mucho la atención a la opinión pública. ¿Dónde estaba Charlene? La respuesta tardó 24 horas hasta que se supo que estaba en la boda de una amiga. La princesa de Mónaco prefirió atender un compromiso privado que uno oficial y eso fue lo que volvió a disparar miles de comentarios sobre ellos.
Lo cierto es que desde siempre se habla sobre ésta como una pareja por conveniencia. Durante su luna de miel, ambos viajaron a Sudáfrica, pero estuvieron en hoteles diferentes. “Es más cómodo así”, dijo Alberto por ese entonces. Los momentos previos a su boda también fueron polémicos: varios apuntaron que el enlace estuvo a punto de suspenderse. Según algunas versiones Charlene sospechaba que él le había sido infiel durante su noviazgo y había tenido un hijo, el tercero para él.
Enfurecida, Charlene abandonó el palacio de los Grimaldi para huir a Niza y desde allí intentar regresar a Sudáfrica con su familia. Charlene, se vio por televisión, fue una novia triste el día del enlace y Alberto un hombre más atento con las cámaras que retransmitían la ceremonia que con la mujer que tenía a su lado. De todas formas siguen juntos.