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Bárbara Lanata: "Con Flor Kirchner tengo amigas en común"

La hija mayor de Jorge Lanata dice que él no quiere ser Marcelo Tinelli. Galería de fotos

Segura. “Todo el mundo me pregunta lo mismo: ‘¿No tenés miedo?’. Y la verdad no, nunca. Sólo una vez y creo fue con el caso García Belsunce”, dice.
| Cedoc

La primera vez que su papá la nombró en televisión fue cuando ella tenía cinco años. Jorge Lanata le dedicó un editorial donde le explicaba quiénes habían sido esos “hombres de verde” que habían tomado el poder en 1976. Pasaron los años y aquella Barbarita creció. Hoy, a los 23, criada en una familia de periodistas, asegura que no le tienta para nada esa profesión. Sin embargo, desde 2012, trabaja junto a su padre en Periodismo para todos. Ella es la responsable del vestuario de toda persona que aparezca delante de cámara: desde su padre, pasando por los personajes, hasta el ganso al que hace un par de semanas tuvo que colgarle una corbata. Si bien no le agrada tanto hablar de su padre, se entrega a la entrevista con PERFIL.

—¿Cómo ves hoy el éxito que tiene tu papá con picos de 30 puntos de rating?
—Es una locura, algo circunstancial. Pasó cuando era chica, donde tuvo momentos de mucha popularidad. Estas cosas no se mantienen en el tiempo. Salvo Tinelli...
—¿Pensás que tu papá quiere ir por ese lado con el desarrollo de los personajes?
—No, no creo que mi viejo quiera ser Tinelli. Tal vez se dieron muchas cosas juntas: es un momento político importante, Tinelli no está al aire, no hay programas políticos y no hay tanta oposición. Es como una combinación explosiva.
—¿Con toda la trascendencia del informe sobre Lázaro Báez, tu papá te pidió que te cuides un poco más?
—Todo el mundo me pregunta lo mismo: “¿No tenés miedo?”. Y la verdad, no. Nunca sentí eso. Sólo una vez, creo que fue con el caso García Belsunce, que tuvimos un tipo parado en la puerta de casa.
—¿Y que le pase algo a él?
—No, porque él es alguien conocido.
—Tu papá mantuvo durante un tiempo largo la cámara oculta a Leonardo Fariña. ¿Vos sabías algo del tema?
—No; yo con mi papá hablo de series de televisión. Algo me habían contado, diez días antes de que saliera el programa: volvía en subte con mi vieja y medio que me contaba en clave: “Tenemos una cámara de F que dice que...”. Todo con iniciales, muy gracioso.
—¿Leíste el libro de Luis Majul sobre tu papá?
—Sí, algunas partes. No hablé mucho con mi viejo. Sí me llamó Majul varias veces y me mandó veinte mil mails, pero le dije que no. Para eso le pago a la psicóloga (risas). No voy a hablar de mi viejo tan profundamente con alguien que no conozco. Habló todo el mundo en ese libro, menos vieja y yo.
—¿Te enteraste de algo por el libro, que no sabías de boca de tu papá?
—De un par de cosas.... Que se había casado dos veces... Ya me olvidé en realidad. Hay muchas cosas que sabés que pasaron en tu familia, pero nunca te sentaste a hablar. Encontré muchos errores como el nombre del gato (risas) y algunas fechas.
—Uno de los temas que se toca es el de la relación con la cocaína. ¿Hablaste alguna vez con él o te recomendó algo en base a su experiencia?
—No, o sea nunca me dijo: “No te drogues, no tomes”. Siempre fueron muy liberales en mi familia, aunque cuando me mandé cagadas recibí varios retos. Con ese tema, tal vez yo sabía inconscientemente lo que había pasado. Son esas cosas que uno escucha en la familia. Alguna vez en el colegio vino un compañero a decirme: “Tu papá toma merca”. Uno es chico y no preguntaba; de más grande entiende más esas cosas. Me parece que no es la primera ni la última persona que pasa por algo así. En su caso tuvo la suerte de salir.
—¿Y qué te produce ahora cuando ves alguna revistas que lo ataca por ese lado?
—Una boludez total, hicieron copy paste (copiado y pegado) del libro de Majul.
—¿Cuánto te molesta pasar por ese tipo de cosas?
—Después de tantos años y tantos golpes bajos, estoy acostumbrada. La verdad me parece ridículo. En la época del colegio los más grandes me preguntaban si mi viejo era realmente de izquierda. Yo mucho no entendía de política. Sí me acuerdo que estaba Miguel Angel Rodríguez que lo imitaba y era terrible. Tenía diez años y la verdad me jodía.
—¿Qué te parece Cristina como presidenta?
—A mí no me cae bien. Sí creo que tiene llegada a mucha gente. Tal vez estemos muy extremistas: hay mucho fanatismo y antifanatismo sobre ella.
—¿Si tuvieras que vestirla qué le harías?
—No sé, le sacaría un poco el negro y un poco de brillo. La maquillaría menos. Es toda una pregunta la que me hacés. Creo que no lo haría siendo la hija de quién soy. Es algo así como los Montesco y los Capuleto (risas).
—Florencia Kirchner estudió cine, le gusta la moda como a vos y es apenas más chica. ¿La conociste alguna vez?
— No la conozco, pero no quiero hablar de ella porque tengo historias y amigas en comun que se llevan bien.

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