Utilizar solamente las cifras de YouTube o de Spotify para analizar si un fenómeno musical es relevante o no puede ser una equivocación. Sobre todo en la industria moderna, en la cual cualquier artista con buen marketing logra millones de reproducciones o visitas en poco tiempo. Sin embargo, si detrás de todos ese números masivos aparece una historia de vida, el análisis se vuelve más interesante. Y si algo tiene Bizarrap es una historia cautivante para contar.
Gonzalo Julián Conde nació en 1998. A sus 22 años vive en Ramos Mejía y es hincha de Vélez Sarsfield. Cuando terminó la secundaria se anotó en la facultad y comenzó a cursar materias relacionadas al marketing y la publicidad. Hasta ahí, no es muy distinta a la vida de cualquier otro joven argentino. Pero cuando estás en medio de una clase cualquiera y un compañero dice: “Che, ¿ese no es Bizarrap?”, entonces ya no sos como cualquier otro adolescente.
El camino de Gonzalo o el Biza, como se lo conoce ahora, hacia la popularidad comenzó con dos proyectos a los que llamó Freestyle Sessions y Music Sessions. La idea era sencilla: invitar a distintos artistas de la escena local para hacer colaboraciones en conjunto. Mientras él generaba la producción de la música, el o la invitada se dedicaba a la letra, tanto si era un freestyle como un tema musical, y todo eso se filmaba para subir a las distintas plataformas.
La primera Music Sessions de Bizarrap está en YouTube desde hace dos años. Tiene doce millones de visitas y la hizo junto a Bhavi. La número 38, la última en darse a conocer, fue con L-gante, se subió a la plataforma el 10 de marzo de este año y ya tiene 40 millones de reproducciones. En el medio pasaron Nathy Peluso –su tema tiene 195 millones de reproducciones–, Cazzu –89 millones– y Khea –64 millones–, entre otros. Y en total, su canal superó las mil millones de visualizaciones entre todos los videos.
Lo que no cambió entre la primera y última Music Sessions es el lugar donde se graban. Todas siguen siendo el cuarto que Bizarrap tiene en su casa de Ramos Mejía. “Todos ya conocen el empapelado de mi pieza que lo tengo desde los doce años. Todo es muy orgánico, no es que fue pensado por alguien, sino que se dio todo solo y que me dio la identidad que tengo hoy”, explicó en una entrevista con Julio Leiva para La Caja Negra. Lo mismo aplica para las gafas que utiliza en todo momento y que no se quita cuando está en público o subiendo contenido a las redes sociales.
Encuentro Argento. Desde ese cuarto en Ramos Mejía, el Biza empezó a conquistar todo el continente. Actualmente está dentro de los 300 artistas más escuchados de Spotify en el mundo y su último tema se destacó entre los lanzamientos más reproducidos del mes en la plataforma. Toda esa popularidad llevó a que los integrantes de la Fiesta Bresh lo invitaran a participar en la edición que realizaron en Miami y así su música llegó a Estados Unidos.
Pero no fue el único motivo de alegría para él. Como todo lo que ocurrió en su vida durante los últimos dos años, las coincidencias jugaron a favor del oriundo de La Matanza. Los Denver Nuggets jugaron dos partidos en Florida esta semana y Facundo Campazzo lo invitó a presenciar ambos encuentros. Y es que el cordobés llevó sus gustos musicales a la NBA y hay videos donde sus compañeros bailan canciones argentinas, entre ellas las de Bizarrap.
“Gracias por invitarme”, le dijo el artista a Campazzo luego de uno de los partidos y le regaló una de sus gorras características. Para devolverle la gentileza, el basquetbolista se acercó al terminar el segundo de los partidos y le dio su camiseta oficial. El encuentro generó tantas repercusiones en las redes sociales que hasta el sitio oficial de la NBA en Latinoamérica subió las fotos y los videos para mostrar a sus seguidores el ida y vuelta entre ambos.
Cambiar el juego. A su corta edad, Bizarrap se está imponiendo en la escena nacional e internacional. Incluso alguna discográfica internacional quiso tentarlo para que trabaje junto a ellos pero decidió rechazar la propuesta. “Lo importante es el mensaje que intento dar. Si lo hago en un estudio megazarpado, no se va a sentir identificado el pibe de 15 años que fui yo alguna vez”, aseguró en la entrevista con La Caja Negra.
A su amor por la música, el Biza comienza a demostrar cierto cariño por el cine y por las series. Antes de lanzar su último tema, se difundió un video promocional que está basado en El Gran Hotel Budapest, de Wes Anderson. Y con el anterior a ese hizo lo mismo pero basándose en Breaking Bad. Aún es imposible saber si logrará o no convertirse en uno de los productores más famosos de Argentina y Latinoamérica pero mientras tanto Gonzalo Julián Conde demuestra sus intenciones de cambiar la industria desde su casa en Ramos Mejía.