Durante la visita oficial de los reyes Máxima y Guillermo Alejandro de Holanda a Bélgica, se llevó a cabo la esperada cena de gala en el majestuoso palacio de Laeken, como un gesto de homenaje hacia los distinguidos invitados por parte de los Reyes Felipe y Mathilde. Este acontecimiento pasará a la historia debido al deslumbrante despliegue de estilo y joyería por parte de las dos reinas.
Siguiendo el protocolo, los monarcas lucieron elegantes esmóquines, mientras que sus esposas destacaron con imponentes vestidos largos y tiaras. En tonos rosa y azul, recordando a las princesas de Disney, se convirtieron en las auténticas protagonistas de la velada, captando la atención de todos los presentes y en las redes sociales fueron motivo de debates por su elegancia y el uso de impresionantes joyas, que pertenecen a las diferentes casas reales.
La reina Máxima de Holanda: Tiara Stuart y un vestido de Jan Taminiau
La Reina de Holanda muestra una meticulosa atención a cada detalle de su apariencia. Para esta cena de gala, Máxima eligió al reconocido diseñador Jan Taminiau, quien ya la había vestido en el día de su coronación y en sus últimas apariciones públicas.
La belleza de la argentina era deslumbrante, con un vestido de inspiración romántica. El diseño presentaba un ajustado cuerpo de tela brocada, un favorecedor escote en V que resaltaba sus hombros y una hermosa falda de tul que parecía una colección de flores y se extendía en una elegante cola.
En cuanto a las joyas, Máxima lucía su pieza favorita: la deslumbrante tiara Stuart. Esta valiosa obra maestra estaba decorada con impresionantes diamantes redondos y podía transformarse según su deseo. Se trata de la tercera vez que la reina utiliza esta joya, tras haber estado guardada casi medio siglo: la lució en 2018, durante un viaje a Luxemburgo, después de más de 45 años en que la tiara permaneció guardada, y en 2021, en visita de Estado a Alemania.
Complementando su look, llevaba una imponente gargantilla que había sido creada al mismo tiempo que la mencionada corona. La argentina completaba su apariencia con pulseras de brillantes y unos pendientes compuestos por tres enormes diamantes.
La reina Mathilde: la Tiara de las Nueve Provincias y una pieza de Armani
Matilde se destaca como una de las royals más discretas en la actualidad. Sus elecciones de estilo suelen pasar desapercibidas, por lo que su elección para esta noche de gala resultó gratamente sorprendente. La consorte lucía un vestido de encaje en un tono azul celeste. Se trataba de una creación de alta costura de Armani con escote palabra de honor, una capa transparente y delicados detalles de pedrería en la zona del escote.
Al igual que Máxima, quien desempolvó las mejores joyas de la casa real holandesa, Matilde también lució piezas destacadas. En su caso, resaltaba la tiara de las Nueve Provincias. Esta pieza es sumamente original, con un total de nueve brillantes adornos triangulares que representan a las provincias de Bélgica. Creada por los joyeros Van Bever de Amberes en 1926 y entregada como regalo del pueblo belga a la princesa Astrid de Suecia, prometida del príncipe heredero belga Leopoldo.
Pero esa no fue la única diadema que Matilde lució esa noche. A modo de gargantilla, la esposa del rey Felipe llevaba la pieza Wolfers, compuesta por dos filas de brillantes que culminaban en cinco grupos de diamantes de mayor tamaño. Además, no faltaban unos pendientes adornados con diamantes que aportaban el toque final perfecto a su estilismo.
JCCL / ds
