Próxima a cumplir sus setenta años, Fundaleu celebró con éxito la edición 2025 de Famosos por la Vida. Esta ya clásica gala solidaria tiene como sello la reunión de personalidades de distintos ámbitos que, por una noche, se convierten en “camareros y camareras” y, munidos de delantales y guantes blancos, sirven a los comensales de las respectivas mesas. Este año estuvieron –entre otros– Mirtha Legrand, Susana Giménez, Iván de Pineda, Marley, Juana Viale, Facundo Arana, Luis Novaresio, Débora Plager, Donato de Santis, Willy Kohan, Barbie Simons, Chino Leunis, Miguel del Sel, Gabriel Corrado, Sofía “Jujuy” Jiménez, Natalia Graciano, Belu Lucius Javier Ortega Desio, Leo Ponzio, Quique Wolf, Laurencio Adot, Fabián Zitta y Benito Fernández.
La subasta. La única diferencia con galas anteriores fue que esta vez no estuvieron las famosas bolsitas que, como tarea adicional, tenían que vender los mencionados famosos en sus respectivas mesas. Ese era uno de los momentos de las galas de Fundaleu que permitían sumar a la recaudación, que era el objetivo principal. Por eso, esta vez, la subasta fue muy importante, y le correspondió a Iván de Pineda motivar el entusiasmo filantrópico a, sobre todo, empresarios, quienes –en algunso casos– ya habían puesto unos ocho millones de pesos por una mesa para diez invitados.
Los objetos a rematarse tenían la garantía de calidad de la joyería que los había donado, aun cuando su sencillez visual estaba potenciaba en el sobrio terciopelo colorado en el que se exhibían. El empresario Marcelo Devoto se hizo con el primer “no va más” y se llevó una pieza de joyería por 22 millones de pesos. Le siguió otro colega , Damián Pozzoli, quien también pagó una cifra similar, incentivado por Devoto. Pozzoli es uno de los socios del fondo de inversión Inverlat –son dueño de Havanna–, y hace poco, con otros socios locales, compraron dos distribuidoras eléctricas. Finalmente, y también por gestión del empresario Devoto, Eduardo Costantini duplicó lo de sus colegas y donó 44 millones de pesos.
Objetivo. Los fondos recaudados en esta edición tenían un destino determinado: proseguir con la construcción del nuevo edificio de Fundaleu, un proyecto que duplicará la superficie actual de la institución y permitirá ampliar la capacidad de internación; duplicar la atención en consultorios externos, aumentar de manera significativa los boxes del hospital de día, y ampliar el centro de donantes de sangre y hemoterapia.
Fundaleu se fundó en 1956 por el doctor Alfredo Pavlovsky, y es referente en investigación, docencia y tratamiento de enfermedades oncohematológicas como leucemias, linfomas y mielomas.