Casi todo el equipo que secundó al actor en la exitosa serie estuvo en la catedral San Juan el Divino, de Nueva York. Al funeral asistieron dos mil personas. “Gracias por amarme y creer en mí”, dijo su esposa Deborah.
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Tras haber estudiado dos años actuación y debutar sin éxito en Broadway; en 1999, su estructura física hizo que consiguiera encandilar al director David Chase y así obtener el papel de Tony Soprano, padre de familia y jefe de una banda mafiosa de Nueva Jersey que, además, sufría de ataques de pánico y por eso, se psicoanalizaba. Y fue ese personaje, con un aspecto exterior de duro pero con una rica vida interior, el que hizo famoso a James Gandolfini. También el que lo hizo ganar tres premios Emmy y un Globo de Oro al mejor actor. Este “duro” de la TV falleció el jueves 19 de un ataque cardíaco en Italia, donde había viajado para recibir un premio en el Festival de cine de Taormina.
Una semana después, fans, familiares y colegas asistieron a la catedral San Juan el Divino, de Nueva York para rendirle tributo. El funeral comenzó a las 10 de la mañana pero muchos fans comenzaron a llegar desde muy temprano para garantizarse un lugar en la iglesia. Entre los asistentes pudo verse a sus colegas “mafiosos”, y también a Alec Baldwin y al gobernador de Nueva Jersey, James Christie.
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El creador de Los Soprano, David Chase fue uno de los oradores en el funeral. “Nos unía nuestra entrega a la familia, al trabajo, a la comida... A las charlas, a la ira y al deseo de romper los esquemas”, aseguró, en una ceremonia en la que no faltó una selección musical que fue desde Bring Him Home (Tráelo a casa), del musical Los miserables, a una despedida con Brahms y su melodía Oh Welt ich muss dich lassen (Oh mundo, te tengo que dejar).
La viuda del actor, Deborah Lin, lo recordó “como un marido y un padre atento” con Liliana, su hija de nueve meses. “James se preocupaba más por los demás que por sí mismo. Se tomaba el tiempo necesario para preguntarle a cualquiera cómo estaba. Era una persona honesta y cariñosa (...) Gracias por amarme y creer en mí ”, dijo Deborah. Además, Gandolfini deja otro hijo de 13 años, Michael, fruto de un primer matrimonio con Marcella Wudarski. El adolescente también estaba en Roma con con Deborah y el actor cuando éste falleció.
