No tiene duda alguna: lo mejor está por venir. Y Lewis Hamilton no se refiere a lo que podría suceder hoy en Estados Unidos, donde buscará ganar su quinto título en la Fórmula 1. “Creo que lo mejor está por venir”, afirmó el piloto de Mercedes-Benz en una entrevista dada un día antes de la carrera. “No me siento viejo, sino superjoven, aún siento al niño que hay en mí”. El piloto de 33 años tendrá hoy la posibilidad de igualar en el circuito de Austin los cinco títulos de Juan Manuel Fangio y quedar a solo dos del récord de siete que tiene Michael Schumacher. En ese contexto, Hamilton reflexionó sobre su vida como superestrella, sus proyectos y su motivo para no vivir en Estados Unidos.
—¿Por qué postea en redes sociales mensajes motivacionales?
—Es que cada día descubro más la voz que me dan las redes sociales así que estoy intentando entender cómo transmitir el mensaje correcto. Hay mucha gente en las redes que simplemente postea pavadas. A veces, eso puede ser gracioso pero el mayor poder es ser constructivo. Comprender esta influencia es entender tus propias habilidades y usarlas mejor.
—¿Cómo vive ser un modelo y o una inspiración para muchos jóvenes?
—Me pone la piel de gallina. Después de todos estos años, en mi vida cotidiana no soy consciente de la influencia que tengo. Cuando veo que otros me consideran una fuente de inspiración, eso me afirma en mi trabajo.
—¿Hasta qué punto puede ser una carga?
—No lo es, más bien es un privilegio. Por supuesto que se puede ver de otra manera, pero eso significaría considerar el vaso medio vacío. Yo elijo ver el vaso medio lleno.
—¿Le gusta ser famoso?
—A veces ves gente en la televisión que solo quiere fama rápida. Cuando era chico no pensaba en nada de eso; solo quería ser piloto. En su momento, vi a Ayrton Senna como deportista no como famoso. Ahora yo tengo cierta fama y es solo eso. Así que de algún modo, debería disfrutarlo aunque me tomó mucho tiempo entender esto. ¿Si lo disfruto? Es genial cuando niños y adultos de repente te buscan para sacarse una foto con vos. Pero eso no es un incentivo para mí; sí forma parte del paquete y desde luego, no es la mejor parte.
—Ya es una superestrella más allá de la Fórmula 1. ¿Lo ayuda eso a preparar su futuro fuera del circuito?
—Sin duda. La Fórmula 1 me convirtió en quien soy y me da la oportunidad de hacer otras cosas. Pienso mucho en el futuro. El automovilismo ocupa todo mi presente, siempre quiero seguir mejorando. Si eso marcha bien, entonces podrán surgir otras cosas. Intento construir un imperio en los negocios.
—¿Su actual jefe Toto Wolff (titular de la escudería Mercedes-Benz) es un ejemplo a seguir?
—No me veo como un duro hombre de negocios. Lo mío son las buenas relaciones, la confianza, el respeto. Pienso que tomé buenas decisiones en la elección de mis proyectos, tengo un buen olfato. Por ejemplo, mi cambio a esta escudería. No fue casualidad que hayamos tenido tanto éxito; fue parte de un plan.
—Alguna vez dijo que le gustaría mostrar una visión diferente de las cosas en un libro. ¿Cómo sería eso?
—Siempre hay cosas para contar pero no por ahora. Todos los años tengo ofertas para publicar libros pero siempre las rechazo. Prefiero concentrarme en otras cosas. Un día escribiré mi propia versión de la historia, más adelante.
—La próxima temporada será el piloto más veterano del circuito después de Kimi Räikkönen, que tiene 39 años. ¿Qué significa la edad para usted?
—No pienso mucho en eso. Los 33 son los mejores años de mi vida. No me siento viejo, me siento superjoven. Estoy agradecido de tener esta edad; la experiencia que tengo es una ventaja respecto de los “más jóvenes”.
—¿Cómo se siente que lo comparen con las leyendas de la Fórmula 1?
—Es muy raro pero genial. Me acuerdo cuando llegaba a las carreras con mi padre y nadie se interesaba por nosotros, no éramos nada. Veíamos las carreras de Senna por televisión y nunca me
imaginé ser comparado con él. Es increíble..
—Una de sus frases favoritas es “Still I rise” (Sigo creciendo”). ¿Sus mejores tiempos aún están por venir?
—Sí. Me esperan muchos días mejores. Si sigo sano, por supuesto. Más carreras, más éxitos con este equipo, más experiencias con mi familia, nuevos negocios, incluso construir una familia. Hay tantas grandes cosas que me esperan, me estimulan las aventuras, valoro mi vida y mi tiempo más que nunca. Por eso es que me esfuerzo mucho para dar lo máximo. Hace poco pasé unas horas jugando al tenis con mi padre y mi hermano y para mí fue uno de los grandes momentos del año. Esas pequeñas cosas me dan fuerzas por semanas.
—¿Viviría en Estados Unidos?
—Es un país donde siempre quise vivir pero en la situación actual, no sé si sería el lugar adecuado
para mí.
—¿Se refiere al factor Donald Trump?
—No, no tanto eso. Como piloto sería imposible vivir tan lejos de la fábrica.